El suceso se produjo al patrullar una unidad militar turca un terreno montañoso en una franja fronteriza con Turquía en el norte de Irak que ha servido durante años de retaguardia al proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía.
En mayo de 2022 se había producido un tiroteo en esta zona entre militares turcos y combatientes del PKK durante el que murió un teniente turco, sin que se pudiera recuperar su cuerpo, indica un comunicado del Ministerio de Defensa turco en la red X.
Pese a tomar el Ejército turco más tarde el control de la zona, el cadáver no se ha podido localizar hasta hoy, indica ese mensaje, por lo que una unidad militar ha llevado a cabo ahora un registro minucioso del terreno, incluida una cueva que consideraban había servido antes de hospital a la guerrilla.
Un total de 19 militares entraron en la gruta y quedaron expuestos al gas metano, y cinco de ellos fallecieron pese a la intervención de los equipos de rescate, indica el comunicado.
El 1 de marzo pasado, el PKK anunció un alto el fuego y su intención de dejar las armas y, el 12 de mayo pasado, la guerrilla proclamó su disolución tras celebrar un congreso, sin exigir contrapartidas concretas a Ankara.
Según la prensa turca, el PKK celebrará en los próximos días una ceremonia simbólica en Duhok, en el norte del Kurdistán iraquí, en la que un número limitado de combatientes entregará públicamente las armas.