"Bueno fuera que me llamaran a decir cuántos tanqueros (camiones cisterna) necesitamos, pero allá ellos con las críticas. Yo estoy trabajando por los quiteños, no tengo tiempo de escucharlos", dijo Muñoz a medios locales a la salida de un evento sobre seguridad ciudadana.
El pasado miércoles un fuerte deslizamiento de tierra a raíz de las precipitaciones que se han registrado en los últimos días provocó la rotura de una tubería en el sector de La Mica, que alimenta a la Planta de Tratamiento de Agua Potable El Troje, ubicada al sur de la ciudad, lo que dejó a unas 400.000 personas sin agua potable, un 13 % de la población de Quito.
Al día siguiente, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de la ciudad declaró el estado de emergencia en las seis zonas afectadas, con el objetivo de agilizar la ejecución del plan de abastecimiento.
El viernes, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica reprochó a la Municipalidad la ausencia del agua y la instaron a cumplir con los "planes de acción y contingencia" exigidos por la normativa vigente para así evitar este tipo de contratiempos.
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"Hemos exigido con firmeza a las autoridades municipales actuar con responsabilidad, transparencia y eficacia. La inacción y falta de respuestas concretas incumplen con el deber de garantizar un servicio básico esencial para los quiteños y las quiteñas", expuso el Ministerio en un comunicado.
El mensaje llegó en un contexto de tensión entre el Gobierno nacional que preside Daniel Noboa y la alcaldía de la capital que ostenta Pabel Muñoz, elegido por Revolución Ciudadana, el partido que lidera el expresidente Rafael Correa (2007 - 2017) y que constituye a nivel nacional la principal fuerza de oposición contra el oficialismo.
La crisis de agua potable
El alcalde aseguró este sábado que esta es "la emergencia de agua potable más grande que ha tenido Quito en toda su historia", no solo por el número de personas que se han quedado sin el suministro sino por el tiempo que podría tomar reparar la tubería, que la autoridad municipal calculó que podrían ser "algunos días más".
Muñoz explicó que la rotura fue provocada por el deslizamiento de 600.000 metros cúbicos de tierra y que los trabajadores municipales deben remover unos 180.000 metros cúbicos para poder reemplazar los 350 metros de tubería de acero que se rompieron y así reestablecer el servicio de agua.
"En este momento ya hemos logrado separar 90.000 metros cúbicos. Están triplicándose los esfuerzos y seguramente sumemos a la empresa privada para poder solventar el tema", señaló.
Sin embargo, dijo, estos trabajos se están realizando en condiciones muy complicadas, ya que durante la noche la zona del páramo del volcán Antisana, donde se ejecutan los movimientos de tierra, registra una temperatura de hasta cuatro grados bajo cero y "no ha dejado de llover".
El alcalde aseguró que entendía la molestia de los vecinos por el desabastecimiento de agua, pero que este sábado hay cuarenta y cinco camiones cisterna recorriendo los barrios y esperan que el domingo esa cifra aumente.