Ambos líderes ya compartieron una cena privada el lunes por la noche en la propiedad de Trump en Balmedie, durante la cual mantuvieron una conversación de más de una hora, según la BBC.
Fuentes del Gobierno escocés indicaron que en el encuentro se trataron “temas críticos como el whisky”, en referencia a los aranceles del 10 % que Estados Unidos aplica actualmente a las exportaciones británicas de esta bebida.
Swinney busca obtener una exención para el whisky escocés, que representa aproximadamente una cuarta parte de todas las exportaciones alimentarias y de bebidas del Reino Unido.
Solo en 2024, el mercado estadounidense generó 971 millones de libras (más de 1.120 millones de euros) para la industria, aunque los aranceles están costando al sector cerca de 4 millones de libras (más de 4,5 millones de euros) semanales, según la organización comercial que representa a la industria del whisky escocés, Scotch Whisky Association.
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El presidente estadounidense también ha sido noticia durante su estancia por sus declaraciones contra los aerogeneradores eólicos, que calificó de “monstruos horribles” y “la forma más cara de energía”.
Trump reiteró su preferencia por explotar el petróleo y el gas del Mar del Norte, en una posición que contrasta con la apuesta del Gobierno británico por una combinación de renovables, gas y energía nuclear.
Inauguración de un campo de golf
Trump inaugurará este martes el nuevo campo de su complejo Trump International Golf Links, un moderno recorrido de 18 hoyos situado en la costa noreste de Escocia, en el condado de Aberdeenshire.
Según una ficha técnica difundida por el resort a la prensa, el campo fue diseñado por un equipo liderado por su hijo Eric Trump y construido con un enfoque “sensible al medio ambiente”, incorporando dunas naturales, brezales y humedales.
Entre sus elementos más llamativos figuran el que sería el búnker natural más grande del mundo y greenes “estilo infinito”.
La construcción del campo -de 7.589 yardas de longitud- se suma al ya existente, inaugurado en 2012, y los trabajos fueron ejecutados por la firma británica Golflink Evolve, con el objetivo de integrar la infraestructura en el paisaje escocés sin alterar el ecosistema local.
El viaje del presidente, definido por su equipo como una visita ‘semiprivada’, ha combinado intereses comerciales, encuentros políticos de alto nivel y actividades personales.
En una visita marcada por las negociaciones comerciales con la Unión Europea, Trump recibió a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, el domingo, y al primer ministro británico, Keir Starmer, el lunes, en su complejo de Turnberry, al suroeste de la región.
La visita ha estado marcada por un importante dispositivo de seguridad en diversas regiones, incluida Ayrshire, y protestas en ciudades como Edimburgo y Aberdeen.
Trump, cuya madre era originaria de la isla de Lewis, ha visitado frecuentemente Escocia durante la última década y ha justificado su inversión en campos de golf escoceses por su vínculo familiar con el país.
El presidente regresará al Reino Unido en septiembre en el marco de una visita de Estado, durante la cual está previsto que se aloje en Windsor con el rey Carlos III.