“Durante un intenso intercambio de disparos con terroristas en la provincia de Sistán-Baluchistán, seis milicianos murieron y otros dos fueron arrestados”, anunció la inteligencia iraní en un comunicado recogido por la agencia oficial IRNA.
El informe no precisó la fecha exacta del operativo, en el que también resultaron heridos dos agentes de inteligencia y un policía iraníes.
De acuerdo con la versión oficial, el grupo se había infiltrado en Irán por la frontera oriental en los últimos días y planeaba atacar una “instalación crítica” en el este del país. Tras ser identificados por las fuerzas de seguridad, se puso en marcha la operación.
En el operativo fueron incautadas diversas armas, entre ellas lanzacohetes, fusiles de asalto M4 y M16 de fabricación estadounidense, granadas de mano, lanzagranadas y chalecos explosivos.
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La acción tuvo lugar un día después de que al menos cinco policías murieran en un ataque contra dos vehículos de las fuerzas de seguridad en la ciudad de Iranshahr, en Sistán y Baluchistán.
Esa conflictiva provincia, de población mayoritariamente suní, es escenario habitual de operaciones de grupos extremistas de esa rama del islam contrarios al Gobierno chií de Teherán, así como de actividades de contrabandistas y narcotraficantes.
Uno de esos grupos es Yeish al Adl, considerado terrorista por la República Islámica y que busca la independencia de la región. La organización reivindicó el sábado la muerte de un policía en Iranshahr.
A finales de julio, cinco personas murieron en un ataque contra el edificio de Justicia de Zahedán, capital provincial, fronteriza con Pakistán.
