El debate se ha abierto mientras el ministro de Economía Giancarlo Giorgetti prepara los Presupuestos para el 2026, después de que Meloni se comprometiera con la OTAN a elevar el gasto en defensa un 5 % en diez años, un 3,5 % en gasto militar y un 1,5 % en seguridad.
El ministro Giorgetti participó este martes por videoconferencia en el Consejo Federal de la Liga, su partido y el del vicepresidente del Gobierno Salvini, con la intención de ilustrar sus planes para las cuentas del próximo año.
Pero durante su participación su partido le exigió que dichas inversiones en defensa "sean usadas en seguridad interna".
"El objetivo debe ser proteger y controlar nuestros trenes, las estaciones, los medios públicos, las escuelas y las calles, no enviar soldados italianos o para comprar armas y medios a usar en el extranjero", reclamó la Liga, según un comunicado.
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Salvini, en el pasado admirador del presidente ruso Vladimir Putin y que suele recelar del apoyo a Ucrania, ha subrayado que para él y su partido "la prioridad es la seguridad nacional y de las fronteras" ante la llegada de inmigrantes.
"Mi problema no son los tanques rusos sino los muchos delincuentes extranjeros que desembarcan", ha defendido recientemente en el TG3, informativo de la televisión pública RAI.
Esto mientras la Alianza Atlántica anunciaba la puesta en marcha de una iniciativa militar para reforzar el flanco oriental del bloque tras la llegada de drones a territorio polaco y rumano.
Muy distinto es el punto de vista del ministro de Defensa, Guido Crosetto, uno de los referentes de los Hermanos de Italia de Meloni y que aboga por reforzar los recursos militares.
"Uno de los deberes del ministerio es proveer con las herramientas y las mejores condiciones a las Fuerzas Armadas. Lo que se necesita para defender una nación no es un criterio fijo o inmutable, sino que varía según las condiciones externas, ante posibles amenazas y del clima internacional", ha sostenido en sus redes sociales.
Crosetto ha recordado que tras el final de la Guerra Fría decayó el nivel de inversiones militares, pero considera que "ahora urge recuperar esa diferencia de forma racional, seria, eficiente, económica y, lamentablemente, lo antes posible".
Porque, ha alegado, "contar con una defensa capaz de desempeñar su deber no es una elección de naturaleza política sino uno de los requisitos para la supervivencia de una nación".
No obstante, el ministro de Defensa ha negado cualquier divergencia con su colega de Economía, encargado de las próximas cuentas.
"Yo me he limitado a decirle hace dos meses cuáles eran nuestras previsiones para los próximos años y será él quien valore la compatibilidad en base a las posibilidades que tendremos. Me fío totalmente en la responsabilidad de Giorgetti", ha avanzado.
El tercer socio de la coalición, vicepresidente y ministro de Exteriores, Antonio Tajani, líder de la conservadora Forza Italia, ha tachado de "erróneo" decir que "el dinero en defensa es un mal gasto", aunque apostillando que es "justo" debatir al respecto.
