El incidente ocurrió en Cocoa, cerca de Orlando. El piloto de una aeronave Beechcraft 55 había reportado fallas en el motor y trató de bajar como pudiera sobre la autovía. El problema: el tráfico. Entre los vehículos que circulaban estaba un Toyota Camry que no tuvo cómo esquivar el impacto.
La conductora, una mujer de 57 años, fue llevada al Hospital Viera con heridas leves. El piloto, de 27 años, y su pasajero —de la misma edad— prácticamente salieron caminando; ambos rechazaron ser trasladados para un chequeo médico.
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Las imágenes del choque se propagaron en redes a toda velocidad. Usuarios que pasaban por la zona grabaron el momento y, minutos después, las cadenas locales difundieron tomas de la avioneta destrozada, junto con datos de la Policía. Autoridades confirmaron que el accidente ocurrió en uno de los tramos más transitados del corredor que conecta Orlando con Cabo Cañaveral.
El impacto obligó a cerrar carriles y desplegar equipos de emergencia. En videos posteriores, se escucha a un rescatista decirle a la conductora: “Dios es bueno”, mientras ella, todavía en shock, se lamenta entre risas nerviosas por su auto: “¿Sabés cuánto lo amaba?”. También preguntó si había sido “la única golpeada”.
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Las causas de la falla que derivó en el aterrizaje forzoso todavía no fueron esclarecidas, pero la investigación ya está en marcha.
Fuente: Clarín.