Las averías en las centrales termoeléctricas del país, con décadas acumuladas de explotación, y la falta de divisas del Estado cubano para importar el combustible para generar electricidad están dentro de las principales causas de la crisis energética en la isla.
La compañía, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas (Minem), prevé para el horario 'pico' de la jornada -en la tarde-noche-, una capacidad de generación de 1.530 megavatios (MW) y una demanda prevista máxima de 3.400 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.870 MW y la afectación -lo que se desconectará realmente- alcanzará los 1.900 MW, según la UNE.
Actualmente, siete de las 16 unidades de producción termoeléctrica operativas están fuera de servicio por averías o mantenimientos. Esta fuente de energía debería aportar un 40 % del mix energético.
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Asimismo, 91 centrales de generación distribuida (motores) no están operando por falta de combustible (diésel y fueloil) y cerca de decena están paradas por falta de lubricante. Esta fuente debería suponer un 40 % del mix energético.
Expertos independientes señalan que esta crisis energética responde a una infrafinanciación crónica del sector, completamente en manos del Estado desde el triunfo de la revolución en 1959.
Por su parte, el Gobierno cubano señala al impacto de las sanciones estadounidenses a esta industria y acusa a Washington de “asfixia energética”.
Los prolongados apagones diarios lastran la economía, que se ha contraído un 11 % en los últimos cinco años y este ejercicio cerrará también en negativo. También han sido el detonante de las principales protestas de los últimos cinco años.
