Los transportistas de La Paz, la sede del Gobierno y el Legislativo, cerraron con sus vehículos las principales calles del centro histórico y también bloquearon en las llamadas 'laderas' este y oeste y en la zona Sur, impidiendo incluso la circulación de automóviles particulares.
En la ciudad vecina de El Alto, los chóferes bloquearon el principal punto de conexión entre ambas urbes, por lo que la circulación de vehículos fue nula hasta que un grupo de policías logró despejar la vía.
Las avenidas principales que conectan con carreteras hacia otros departamentos y provincias fueron cerradas con camiones y algunos buses.
La población tuvo que desplazarse a pie o haciendo transbordo en vehículos o motocicletas que ofrecían el servicio, mientras que quienes optaron por moverse en teleférico tuvieron que hacer fila por varias horas.
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En Santa Cruz, los transportistas replegaron sus autobuses, aunque eso no afectó el tráfico vehicular de otros sindicatos de servicio público y vehículos particulares.
En la ciudad central de Cochabamba, los transportistas se declararon en emergencia y para este sábado está prevista allí una asamblea nacional para definir nuevas medidas de presión.
Un grupo de comerciantes se unió a las protestas con una marcha en el centro de La Paz para expresar su molestia por el retiro de la subvención a los combustibles que, dijeron, también afecta a su gremio.
"Nosotros hemos quedado prácticamente en la calle, este decreto abre la miseria, nos han dejado sin clientes. Creemos que el Gobierno debe derogar este decreto porque no puede cargar la clase trabajadora ni los comerciantes, nosotros vendemos nuestros productos para llevar el pan de cada día", dijo a EFE el secretario general del casco urbano central feria navideña de La Paz, Alfredo Paredes.
El ministro de Obras Públicas, Mauricio Zamora, convocó este viernes a los sindicatos de transportistas a dos mesas de diálogo para esta jornada y el lunes, ante la demanda del sector de derogar el decreto 5503.
“¿Por qué hacemos esta separación? Porque este ministerio está abierto a escuchar a todos los sectores y tenemos que iniciar desde hoy día a sentarnos en la mesa”, afirmó Zamora en una conferencia de prensa.
El decreto 5503 emitido el miércoles estableció precios de 6,96 bolivianos (un dólar) por litro de gasolina especial, 11 bolivianos (1,58 dólares) para la gasolina premium y 9,80 bolivianos (1,40 dólares) para el diésel, entre otros.
Esto supone incrementos del 86 % para la gasolina y del 162 % para el diésel respecto al costo subvencionado que estuvo vigente por más de 20 años y que, según el Gobierno y algunos expertos, ya era insostenible en el escenario de crisis que vive el país.
Esta decisión va acompañada por otras medidas, como el incremento del salario mínimo, de 2.750 a 3.300 bolivianos (395 a 474 dólares), el aumento de los bonos a los estudiantes del sistema público y de la renta para adultos mayores sin aportes a la seguridad social.
El Ejecutivo de Rodrigo Paz, que lleva 40 días en el poder, consideró que la eliminación de la subvención a los combustibles es necesaria, ya que de mantenerse demandaría en 2026 un gasto de 3.500 millones de dólares, equivalentes al 6,4 % del producto interior bruto (PIB), recursos que se llevarán ahora a la inversión productiva y a disminuir el déficit fiscal.
