Un suicida que conducía un coche bomba hizo explotar el vehículo en la zona de Borom, para facilitar que los demás extremistas irrumpieran en el cuartel.
Fuentes de seguridad consultadas por Efe explicaron que los militares lograron repeler la agresión, y forzaron la huida de los combatientes radicales.
Este ataque coincide hoy con el atentado perpetrado por un suicida contra una manifestación del movimiento rebelde chií de los hutíes en el centro de la capital yemení, Saná, que causó la muerte de decenas de personas.
El terrorista accionó los explosivos que llevaba adosados al cuerpo junto a un puesto de seguridad en la céntrica plaza Tahrir, donde los chiíes efectuaban una marcha contra la intervención extranjera en los asuntos internos yemeníes.
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Por el momento, ningún grupo ha reivindicado el atentado, pero Al Qaeda protagoniza desde hace semanas una campaña contra los chiíes y el Ejército, al que acusa de simpatizar con los hutíes.
Asimismo, al menos 29 personas, entre militares yemeníes y miembros de Al Qaeda, murieron ayer en un ataque de ese grupo extremista contra sedes gubernamentales y de seguridad en la ciudad de Al Baida, en el centro de Yemen.
Esta oleada de ataques se produce en medio de la crisis política que llevó a la renuncia en las últimas horas de Ahmed ben Mubarak, designado como primer ministro el martes pasado.
El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, encargó a Ben Mubarak formar gobierno, pero los hutíes rechazaron su nombramiento y convocaron nuevas protestas.