Recortes

Tener uno seguro es toda una bendición, pero no lo es para ciudadanos profesionales independientes, quienes, además del futuro incierto que el covid-19, nos plantea rabia e impotencia sobre los astronómicos salarios de funcionarios estatales (¿Salarios de G. 110.000.000 de algunos funcionarios de binacionales y ministerios? ¿En serio?), quienes no dicen ni mu en estos momentos. En teoría se nos pide a todos poner el hombro para sacar a este país adelante cuando aún lo peor está por venir. Digo “ni mu” porque ofrecer “donar” parte del sueldo como lo hicieron algunos legisladores es apenas un parche y “pirotecnia política”. Los salarios que cobran no se condicen en nada con la realidad económica de nuestro país. Y si no, basta con compararlos con el salario mínimo legal: G. 2.192.839 versus G. 110.000.000, es triste, porque parece un chiste, y no lo es.