Pedí a los guardias un trato de acceso preferencial por mi condición de alto riesgo que por la edad creí que tenía derecho, pero me respondieron “lo siento eso se suprimió”. Frío, viento y luego de larga espera llamaron mi número. Entré al sector “Atención al cliente” ¡JA! de 30 mesas de atención solo funcionaban 4 o 5. Se levantaban y desaparecían quedando 3 o 4, y la gente reclamando.
Porque reclamaban tanto si solo faltaban unos cuantos números para que nos atiendan. Había sido que se acercaba las 12 del mediodía, ¡hora de comer! Y, de cinco se fueron a comer tres, volvió uno, se fue el otro. Nos atendieron a las 13:30 de la tarde. De 30 MESAS PARA LA ATENCIÓN SE TURNABAN DOS O TRES. Es para matarlos.
Pienso que 15 serían planilleros y los otros 15 se turnan para venir a trabajar. Claro, como uno va a arreglar su cuenta si nadie le atiende. A los que están afuera que les tome una pulmonía. ¿Cómo sería con vientos fuertes, lluvia y 0 grados? ¿Hasta cuándo vamos a aguantar estos maltratos?
Raúl Rivarola
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