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O de lo contrario, alguien diga algo diferente, de que las cárceles están llenas de presidiarios menores, mezclados con delincuentes incalificables por sus crímenes, pero con la diferencia de que ellos gozan de grandes privilegios y grandes negocios, como la venta de toda clase de mercaderías y hasta la más repugnante de ellas, como la droga, que envenena no solo el cuerpo sino la misma esencia del ser humano.
También hay quienes se dedican a aprovechar cualquier litigio con el estado, que casi siempre el Estado sale perdiendo, a favor de formidables abogados del foro nacional, verdaderos delincuentes de lesa Patria.
Y hasta aquí por hoy analizar por los buenos ciudadanos el porqué estamos así en nuestro querido Paraguay y que por el momento, está sumido en esta impredecible crisis.
Modesto Salinas Sosa