Resalta que será un grupo civil de contención (represión disfrazada) a todo intento público crítico del cartismo. Se sobreentiende, entonces, que no habiendo universidades partidarias de aprendizaje de normas ciudadanas, ni de doctorados, ni de masterados políticos, ni de relaciones interjuventudes diversas, fértiles en resultados aglutinadores de sentimientos patrióticos, este feto, está predestinado al culto a la personalidad de $u$ $olventadores y a realizar el identikit de críticos, crear reyertas y alteraciones públicas donde quiera o necesite el capataz, un aliento o un rechazo.
Dejarlo en estado larvado es un éxito de la inteligencia. Tramitarlo ¡un retroceso!
Gustavo García
