Estamos en mayo, mes de la patria y de las madres, patria paraguaya que nos fue legada por unos valientes hombres y mujeres llamados próceres de mayo que cansados de vivir oprimidos bajo el yugo español, poniendo en juego sus vidas, nos dieron un país libre e independiente en aquel mayo de 1811 hace 204 años.
Y la pregunta que me hago: ¿Esta es la patria que querían los padres de la patria? Absolutamente no, ellos querían un país para todos los paraguayos en donde reinen la paz, la justicia y la libertad, y estamos lejos de esa patria soñada y anhelada por ellos y por todos los buenos paraguayos que nacimos y vivimos en este hermoso país.
La historia paraguaya nos cuenta que a partir de los padres de la patria (1811), los gobiernos realmente patriotas que marcaron la diferencia fueron los del Dr. Rodríguez de Francia, Don Carlos Antonio López, el Dr. Eligio Ayala y Eusebio Ayala, hombres patriotas, estadistas que se caracterizaron por su honestidad y austeridad, por su honor y se ubicaban por encima de los intereses políticos y partidarios priorizando el bienestar del pueblo y la guerra total a la corrupción, a la impunidad y al favoritismo.
Sin embargo, como paraguayo campesino, de 55 años de edad que me gano la vida honestamente como la mayoría de los paraguayos, me indignan los gobiernos que me han tocado vivir: la dictadura stronista, despótico y sanguinario; los gobiernos posdictadura, Rodríguez, Wasmosy, Cubas Grau, González Macchi, Duarte Frutos, Lugo, Franco y actualmente Cartes.
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Estos gobiernos que se sucedieron después de la dictadura (presuntamente democráticos) se caracterizaron por la prepotencia, la mediocridad, corrupción, intolerancia y el sectarismo. Aumentando la inseguridad de las personas y sus bienes, la ingobernabilidad, la ausencia de liderazgo, crecimiento del deterioro social, la depresión económica, el desempleo y subempleo en ascenso, la anarquía, el caos y la miseria, todo ello coronado por una corrupción nunca jamás vista en la historia de nuestro país, corrupción que fue y es un vulgar saqueo de los bienes públicos que ha sumido al país en el caos y en la ruina. Gobiernos que priorizaron y priorizan sus intereses políticos y partidarios olvidándose del bienestar del pueblo.
Fueron años perdidos, por lo que tenemos que pagar un altísimo precio en penurias y sufrimientos. Haciendo unas síntesis, puedo decir que la parte negativa heredada de la era de Stroessner fue aumentada; y lo poco positivo, destruido.
Al gobierno del presidente Cartes le resta 3 años de mandato para marcar el nuevo rumbo prometido, todo es posible si hay voluntad política y así lograr el Paraguay que querían los padres de la patria; un Paraguay para todos los paraguayos.
Óscar Patricio Alonso Pérez