“Estuvimos profundamente impactados por este drama”, declaró a la AFP Sébastien Verney, propietario de Marcel y habitante de Vinzieux, un municipio de 450 habitantes en el sur de Francia, donde un vecino mató el gallo con un disparo, unos hechos reconocidos por su autor y que serán juzgados en diciembre.
Tras haber denunciado lo que considera un “acto bárbaro”, el propietario de Marcel creó una página en Facebook que recogió numerosos testigos y muestras de apoyo e impulsó la petición “Justicia por el gallo Marcel” , que ya ha reunido 74.490 firmas.
“Los estilos de vida en el campo se ven cada vez más amenazados por comportamientos que no son castigados”, lamenta Verney, quien recuerda el famoso caso del gallo Maurice, objeto el año pasado de una mediática batalla judicial por las molestias que suponían los cánticos del animal en la turística isla de Oleron (oeste de Francia).