Si estos animales sufren algún tipo de dolor, se puede detectar no solo por la pérdida de apetito, sino también por el hecho de que a menudo levantan las orejas. Si tienen los ojos muy hundidos o apenas los abren o los tienen cerrados del todo, deberían sonar las alarmas.
Tampoco es una buena señal si las mejillas del animal parecen planas, el pelaje resulta rígido al acariciarlo o muy pegado al cuerpo. Si detecta en el conejo alguno de estos síntomas, es una clara indicación de dolor, indica la revista.
Los conejos de indias, por otra parte, son pacientes difíciles. Entre los indicios de dolores y molestias figuran un comportamiento nervioso, inquieto o apático.
Pero también habría que tomar en serio y llevar al animal rápidamente al veterinario si se lo ve en una postura doblada o con el pelo erizado. Y si se oye un claro rechinar de dientes e incluso fuertes silbidos, la enfermedad podría estar ya en un estado avanzado.
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