"Gratitud eterna a todas las personas de Alto Paraná que confiaron en mi inocencia (...) Hoy día estoy saliendo de esta injusticia; lastimosamente fui víctima de un terrorismo de Estado” dijo el diputado Ulises Quintana tras salir de la cárcel.

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Afirmó que el artículo N° 245 del Código Procesal Penal, que prohíbe dar medidas alternativas a la prisión a procesados por hechos punibles con expectativas de penas superiores a cinco años, viola la Constitución y tratados internacionales y no respeta la presunción de inocencia. Sostuvo que debido a esto la prisión preventiva es la regla general en los procesos penales, cuando debería ser la excepción.

“Yo fui víctima como mucho de los 20.000 presos que tenemos en el Paraguay y un 25% con condena. De 17.000 –para ser números exactos– presos en Paraguay en las penitenciarías, solamente 3.200 están condenados y el resto a su suerte de forma totalmente inhumana”, recalcó.

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El diputado sostuvo que espera recuperar su banca ya el próximo miércoles. Aseguró que nunca le pidió a ningún congresista o autoridad o funcionarios del Ejecutivo interceder por el ante el Poder Judicial, sino que simplemente pedía que la Fiscalía haga su trabajo.

Los seguidores de Quintana lo estaban esperando afuera para ir en caravana hasta Ciudad del Este. Uno de ellos, Sergio Espinoza, quien se había encadenado frente al Ministerio Público, sostuvo que están contentos “porque se hizo justicia”.

“Ya hemos levantado la medida de fuerza, estamos felices, después de 14 días de encadenamiento. Están llegando compañeros, otros están en camino. En 10 meses creo que la Fiscalía no logró esa vinculación, lo que hay es un audio en el que Javier (Cabaña) le hace una consulta jurídica”, aseveró en relación al caso judicial.

El diputado Ulises Quintana estuvo en prisión preventiva por más de diez meses en la causa que enfrenta por los presuntos delitos de tráfico de drogas en carácter de cómplice, tráfico de influencias, asociación criminal, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.

El parlamentario tenía en su poder un automóvil propiedad del presunto narco Reinaldo Javier “Cucho” Cabaña. A partir de escuchas telefónicas, la Fiscalía sospecha que Quintana intermedió para liberar dinero incautado por la Policía y que debía ser utilizado para comprar cocaína.