El “empresario” mexicano quien en su documento de identidad paraguayo también se describe como “granjero”, tal vez conjugó ambos oficios y por ello empezó a montar un “Lamborghini Fénix” al aire libre, en pleno patio de su casa.
“Lamborghini Fénix. El renacimiento de un grande. Hoy comenzamos”, publicó en su red social Instagram el supuesto CEO, siglas en inglés para el cargo de Director Ejecutivo de la empresa “Lamborghini Latinoamérica”, que mantiene un litigio por la marca con la matriz italiana, propiedad de la poderosa automotriz Volkswagen.
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El supuesto “Fénix” cuyo “renacimiento” menciona “Joan Ferci” no es tal, ya que la reconocida marca de automóviles de lujo nunca tuvo un modelo con tal denominación. El nombre sin duda es otra pomposa invención del empresario y a lo mejor dicha identidad la adquiere ya que el mítico ave de fuego también tiene un origen no tan “glamoroso”, como son las cenizas.
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En este caso, el prototipo se observa es trabajado entre el polvo de la masilla desgastado por un torno y está montado sobre un improvisado sostén que los eleva desde el piso y claramente toda la infraestructura no tienen nada que ver con las modernas líneas de ensamblaje básicas de hasta las marcas más modestas de automóviles modernos.
De hecho, incluso compite seriamente con los talleres “mango guýpe" (bajo el mango), como se conoce en nuestro país a los lugares de reparación de automóviles más austeros que no cuentan con instalaciones edilicias.
Incluso, pese a ser expuesto como un presunto “farsante” tras su reunión con el presidente Abdo Benítez, lo que desató la burla generalizada de ciudadanía por la lamentable “ingenuidad” -para no llamarlo inoperancia- de las secretarías de gobierno que debieron investigar los antecedentes de “Joan Ferci”, el supuesto empresario insiste en tener derecho al uso legal de la marca.