Los barrios más afectados son el casco urbano, barrio San Francisco, Alborada, San Blas, 8 de Diciembre y gran parte de las nuevas fracciones instaladas en la parte alta de la ciudad.
Los lugareños denunciaron que “solamente dos horas al día en horas de la madrugada largan el agua y luego atajan”, por lo que deben ingeniarse, y cuando sale un poco de agua deben juntar en los recipientes que encuentran a su paso para asegurar tener en el día para beber, preparar los alimentos y a duras penas lavar las ropas.
Aseguran que desde hace varios días sufren la escasez de agua potable en medio de jornadas de intenso calor registradas en las últimas semanas.
Ante dicha situación, claman que las autoridades comiencen a prever el proyecto de ampliación de un nuevo pozo artesiano, esto atendiendo a que el distrito va creciendo y nadie se preocupa en invertir, ni prever las consecuencias de las extensiones de la red que siguen realizando con tal de recaudar.
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Al respecto, conversamos con el responsable de la Essap local, Patricio Blanco, quien admitió que se viene teniendo inconvenientes en el suministro de agua potable, y que esta situación se está dando por la prolongada sequía. “En el reservorio ya no se acumula agua, y es por una situación climática que se viene resintiendo el servicio, que solo podrá con la perforación de un nuevo pozo artesiano”, alegó.
Agregó que sobre esta inquietud están informadas las autoridades de la Essap central, pero tampoco atienden los reclamos y que, pese a reiterados pedidos, no le dan una solución al problema planteado en este municipio.
Dijo que el precio básico que cobran por el servicio de agua potable es de G. 50.000, que aumenta de acuerdo al usufructo de cada usuario.