Si bien Latinoamérica en general ha fortalecido su macroeconomía en las últimas décadas de tal manera a que los shocks externos no resulten catastróficos, está visto que los países deben dar el siguiente paso. El crecimiento macro ya no basta, ante una sociedad cada vez más demandante de mejores servicios públicos. Este fue el tema de debate desarrollado ayer entre editores y directores de economía de medios de comunicación de la región, organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina CAF en la ciudad de Quito, Ecuador, del cual participa ABC Color.
Paraguay ha venido creciendo un promedio de 4% cada año y en este 2019, se estima una caída de la actividad económica, en una cifra cercana al -1%. En Brasil, en los últimos tres años, y también el actual, la expansión se ha mantenido en torno a 1%. Otros países que también van a crecer en similar porcentaje son Perú, Colombia, Ecuador, Chile, en donde ha pesar de lograr desarrollos económicos, estos no han sido suficientes.
En este contexto, el secretario general de dicha organización, economista y máster en relaciones internacionales Víctor Rico, expuso sobre el reporte de economía y desarrollo 2019 que se presentará oficialmente esta tarde la CAF, en Quito.
El documento, de casi 300 páginas, se denomina “Integridad en las políticas públicas, claves para prevenir la corrupción” y propone cuatro ámbitos de acción: 1 Reglas y control en la función pública (fortalecer instancias de auditorías y fiscalización); 2 Mecanismos de entrada a la burocracia y a la política (fomentar sistemas electorales más competitivos y transparentes); 3 Transparencia y monitoreo ciudadano (garantizar canales de reclamo y promover la ciudadanía vigilante); 4 Gobernanza de los intereses privados (regular las actividades de cabildeo o “lobby” y los conflictos de intereses, fortalecer institucionalidad contra pago de sobornos, etc).
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En conversación con los referentes de los principales medios de prensa regionales, el especialista comenzó contextualizando sobre el súper boom de los comodities o súper ciclo en la década pasada, que derivó en el crecimiento y disminución de la pobreza en los países de la región. Ese ciclo ya terminó y se refleja en el bajo o nulo crecimiento en América Latina.
Además, hoy tenemos como un factor influyente la guerra comercial de China y EE.UU. Señaló que en algunos países esta guerra tuvo efecto positivo en términos de exportaciones a los mercados chino y estadounidense, como el caso de Brasil, que comercia con China y logró sacar beneficios. Pero en cuanto al impacto del crecimiento global de la economía y las economías regionales, ha tenido un efecto negativo.
Por otro lado, también puede incidir en el corto plazo en la economía de los países la ralentización de la economía de los Estados Unidos. Finalmente, también afecta el factor de la volatilidad financiera. El factor riesgo está siendo muy determinante para el flujo de capitales.
De acuerdo al análisis de Rico, a todo esto se han sumado los efectos políticos. Ejemplo, las protestas violentas en Chile, eventos que van a afectar a la economía de ese país. O Bolivia, que estaba creciendo por encima de 4 %, pero las elecciones recientes con dudosa transparencia constituyen eventos políticos que van a tener sus efectos negativos.
En el largo plazo, lo que podemos ver en términos de productividad e ingreso percápita de nuestros países es que ambas variables se han mantenido prácticamente constantes en los últimos 30 a 40 años, resaltó. Por esto, para la CAF es importante apoyar lo que tiene que ver con productividad, siguió diciendo el vicepresidente, impulsar a las Mipymes, al sector privado, gobiernos, etc.
En tal sentido, puso énfasis en las deficiencias en productividad e institucionalidad, que es una realidad en todos los países de la región. Vale decir, se ha notado poca capacidad de nuestros países para lograr consensos tendientes a encarar soluciones para estos temas de largo plazo. Se ha demostrado que los consensos políticos amplios dan resultados, como ocurrió con el acuerdo de democracia a fines de los 80, y esa podría ser una salida en el escenario actual.
El especialista recordó que también hubo consenso sobre la importancia de estabilidad macroeconómica. En la mayoría de los países, ese consenso perdura, pero hoy esto ya no es suficiente.
“Creemos que esos consensos alrededor de temas centrales que tienen que ver con el desarrollo sostenible de largo plazo de nuestros países son importantes, como el tema de la productividad e institucionalidad. Sabemos que no son atractivos para obtener votos y ganar elecciones. Institucionalidad no solo democrática sino institucionalidad para que puedan desarrollarse políticas públicas que atiendan estos problemas sociales y nos garanticen el desarrollo sostenible”, resaltó Rico.
Estos son hoy los desafíos elementales en la región y desde CAF apuntan a generar el debate al respecto. En ese sentido, directores de medios y editores jefes de economía de medios de la región coincidieron en que sus países, es una constante el reclamo de la clase media a los gobernantes por mejores servicios públicos, como salud, educación, transporte público e infraestructura de calidad, sin olvidar empleos formales y reducción de la pobreza.
Para el PhD en Economía, Pablo Sanguinetti, vicepresidente de conocimiento de la CAF, hay una "nota de optimismo” en todo este escenario. América Latina volvió a crecer, si bien no como antes, todavía conserva 2 o 3 % de expansión. Mercosur sí ha visto afectado su crecimiento. No obstante, a pesar de los shocks, nuestras economías no fueron tan golpeadas como en décadas pasadas, cuando en situaciones similares, “quedaron los países dados vueltas”, destacó.
En la parte macro, sí hay un esfuerzo en cuanto a lo fiscal, de tener superávit o déficit de 1 o 2 %. Cómo conseguir fondos públicos para inversiones que promuevan desarrollo, ahí hay desafíos importantes. La gente se resiste a pagar más impuestos, lo que obliga a los gobiernos a ser más eficientes en el uso de los recursos.
Precisamente, acotó Sanguinetti, el consenso político si bien no es un objetivo fácil de conseguir, es fundamental para el logro del bienestar social y de la atención de sus demandas. Insistió en que los países han tenido reglas que permiten no tener situaciones procíclicas.
Claramente ha habido una institucionalidad macroeconómica muy importante que tiene la mayoría de los países de la región, añadió. La pregunta de cómo lograr la equidad y bajar la pobreza y desigualdad hay que responder de manera cuidadosa, pues no hay fórmulas mágicas, pero sin duda, implica romper intereses, abrir un poco más la economía en ciertos sectores, que requiere sistema político que lo permita, que sea capaz de hacerlo.
Posteriormente, tras rondas de preguntas de los participantes, Víctor Rico señaló que más allá de los consensos necesarios, el debate es cómo lograrlos.
“El debate tiene que ser un debate nacional. Hay experiencias exitosas en la región y fuera de la región que pueden servir como referencia. Porque cada país tiene una realidad distinta. Somos países con creciente clase media y países muy urbanizados, que tienen sus demandas por esas naturalezas. Como CAF podemos propiciar acciones e iniciativas que permitan esos debates”, indicó.
El debate finalmente giró en torno a que se debe encarar la productividad de manera que sea socialmente sustentable y en ese sentido, las crisis de sistemas políticos deben ser superadas, en términos de urgencia de cambios de sus modelos actuales, que no atienden las necesidades ciudadanas. Si no los renovamos, va a ser muy difícil logremos el desarrollo.
