Juan Ramírez, vocero, manifestó que están expectantes al documento para conocer más detalles, aunque de todos modos consideran muy positiva la posibilidad de que se puedan importar más productos a un menor costo para la venta a extranjeros.
La economía de la ciudad de caracteriza por el comercio y fue muy golpeada con las medidas implementadas para evitar contagios del coronavirus. Ahora, con la vigencia de la fase 2 de la cuarentena inteligente, los locales comerciales pueden abrir sus puertas, sin embargo aún no se registra el volumen de clientes habitual, por un lado debido a la crisis económica y por el otro, el mayor flujo de la demanda constituye el extranjero.
Por este motivo, empresarios de ciudades fronterizas apoyaban el proyecto de ley que establecía mayores incentivos al turismo de compras, con miras a implementarse una vez superada la fase crítica de la pandemia.
En estos momentos, el Gobierno trabaja en una propuesta que incluye el delivery transfronterizo, para que los productos lleguen hasta el cliente brasileño. Además, se contempla la reducción de tasas que forman parte del costo de los comercios, tales como de la Dirección de Aeronáutica Civil (Dinac), el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semilla (Senave), tasa consular, etc. Según lo explicado, la cifra de estas tasas alcanzan la mitad de la carga tributaria para el sector, según se había explicado.
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Al respecto, el viceministro de Tributación, Oscar Orué, manifestó que sigue trabajando en el proyecto. Comentó que incluye autorizar el comercio electrónico para que los clientes puedan realizar adquisiciones como si lo hiciera de forma presencial.
Por su parte, el viceministro de Economía, Humberto Colmán, había comentado a ABC la situación que se plantea en las ciudades fronterizas es compleja porque antes de la pandemia ya venían con una situación complicada, en alusión al bajón de ventas registrado el año pasado.
El viceministro recordó que antes de la pandemia, Brasil ya proyectaba una caída de su Producto Interno Bruto (PIB) en 7% y ahora, tras las restricciones en varios estados, la cifra será aún mayor.
Ante ese escenario, desde el Gobierno sostienen que para las ciudades fronterizas que hoy dependen casi exclusivamente del turismo de compra, no le queda más que reconvertir su modelo productivo.
“La mayor demanda viene de Brasil y ahora tiene menos posibilidades de comercio, situación que se suma con la depreciación fuerte del real (moneda de ese país)”, dijo y recalcó que el Estado paraguayo no tiene control en eso e “inevitablemente hay que apurar el paso hacia la reconversión, no queda otra”.