Las redes sociales estallaron de indignación desde ayer con el caso de la usuaria de Twitter Kamica (@km_cam) que acusó públicamente a una joven de quedarse con un giro de G. 1.500.000 que por un error se envió a la billetera electrónica correspondiente el número de teléfono de la segunda de nombre Ayelén Silvero.
Miles de personas se sumaron a una campaña de escrache virtual para exigir que devuelva el dinero del que se apropió. Tanto es así que palabras como “Ayelen”, “giro”, “devolve” ayer y hasta hoy fueron y son tendencia en la red social Twitter.
La denunciada recibió mensajes a su número privado de WhatsApp (que se hizo público) y a través de las mensajerías de Messenger e Instagram, según las capturas de pantalla que los internautas colgaron en la red. En tanto que ella, también en sus redes, respondió que retiró el dinero por confusión, pero no aclaró si lo devolvería.
Esta tarde la damnificada del giro contó que la familia de Ayelén se comunicó con ella y ya le devolvió el 50% del monto, con la promesa de reponerle la totalidad en la próxima semana.
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Se abre debate
El caso también sirvió para abrir el debate sobre qué herramientas tienen los afectados cuando se registran fallos o errores en el uso de los sistemas de transferencias digitales. Hoy en día distintos tipos de servicios de envío o giro de dinero lo prestan tanto entidades bancarias y financieras como empresas de telefonía móvil.
Para la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco) no existe una infracción a la ley de protección al consumidor, porque no hay una relación de consumo. “Por eso no podemos intervenir, se debe a un error humano”, dijo a ABC el titular de la institución, Juan Marcelo Estigarribia.
Agregó que hay una apropiación de un dinero, porque lo retiró alguien que no era el destinatario. Es una cuestión del ámbito penal y debería denunciarse ante la Fiscalía, agregó.
La conducta podría encuadrarse en el delito de apropiación, en donde la víctima es la persona que envió mal el giro de dinero y la presunta autora es la que se quedó con el dinero de mala fe, coincide también la docente en Derecho Civil de la Universidad Católica de Villarrica, la abogada Patricia Núñez.
Agregó que la persona que finalmente no recibió su dinero también tiene la posibilidad de accionar legalmente por la vía civil, pero la demanda debería estar dirigida contra la persona que envió el dinero a un número erróneo, detalla la abogada civilista. Es que en el Derecho Civil prima el principio de que la responsabilidad es del que se equivoca y, en este caso en particular, el que hizo mal la transferencia a una línea telefónica incorrecta es el que cometió el error. "El que paga mal paga el doble”, recuerda la profesora Patricia.
Además, la abogada también menciona que si bien la demanda civil es una opción legalmente factible, la persona afectada porque no le llegó el dinero también debe analizar si es conveniente o no entrar en litigio por un monto de G. 1.500.000. Esto teniendo en cuenta todos los gastos y esfuerzos que implica un juicio: desde las tasas judiciales y los honorarios de los abogados, hasta la mora judicial a la espera de una fallo favorable.