ALTOS, departamento de la Cordillera (Laura Ciotti y Marta Escurra, enviadas especiales). Don José Escobar lleva 36 años en el arte del machete y el timbó con los que crea figuras decorativas en su hogar ubicado en esta ciudad.
“Artesanía José Escobar surgió de las máscaras que comencé a hacer desde adolescente para usarlas en las fiestas del kamba ra’anga de San Pedro y San Pablo, en mi compañía natal de Itaguazú, Altos”, dice. A los 20 años se inició en la venta de las máscaras en Asunción. “Fue gracias a un conocido que me ayudó a exhibirlas durante una feria realizada en su domicilio, allí conocí a muchos artistas importantes como Hermann y Ezio Guggiari; ellos me guiaron y me brindaron todas las herramientas para poder elaborar bien mis artesanías desde la pintura y su forma correcta de realizarla hasta lo que implica el cuidado de la madera”, recuerda el artesano. Escobar está casado con Nilda Zorrilla hace 30 años con quien tiene siete hijos, dos varones y cinco mujeres, actualmente todos en la familia se dedican a trabajar la madera y crear figuras sorprendentes.
Artesanía José Escobar es un emprendimiento familiar, allí la pareja y sus hijos se encargan de crear atractivas figuras de santos, retratos de personas, cuadros, letreros rústicos, conjuntos musicales, y otras esculturas algunas pintadas y otras que mantienen el color de la madera, que según don José le otorgan una cierta magia y naturalidad. Las figuras se fabrican en varios tamaños, desde los 15 cm de alto hasta los dos metros o más.
En cuanto al proceso, toda figura tiene un proceso muy delicado para llegar a su resultado final. Por ejemplo, para elaborar las aves se debe cortar la madera en trozos e iniciar el moldeado, luego lijado y pintado.
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“Las figuras de personas llevan más tiempo ya que se necesita mucha concentración, la misma tiene muchos detalles que deben salir a la perfección. La elaboración y el tiempo dependen del tipo de madera. Trabajamos con madera dura y también con la blanda”, agrega José Escobar.
El pan de cada día
La cuarentena fue muy difícil para don José y su familia, pues su medio de vida es la artesanía. “La pandemia me afectó bastante, yo vivo de esto y con la cuarentena no tuvimos visitas y me perjudicó bastante, nosotros vivimos de la artesanía, siempre buscamos innovar para poder vender y generar ingresos” finaliza.
