En 1998 asumió como diputado, en el 2004 pasó por Ministerio de Obras Públicas y en el 2007 ingresó a la Entidad Binacional Yacyretá, como director del lado paraguayo.
Su primera declaración publicada por Contraloría es del 2003. En ese entonces ya tenía un patrimonio de G. 6.510.000.000, tres viviendas en zonas “top” de Asunción. Solo ese año declaró tener un ingreso mensual de G 1.912.500.000 como presidente de una “oficina particular”.
Sus acciones sumaban G. 1.200.000.000, distribuidos en las firmas Don Emilio SA, Yacuá Satí SA y Capiibary SA, varias figuran como socia de Tecnoedil SA proveedora del Estado.
En el 2007 cuando se convirtió en director de la EBY, agregó una más: Meta SRL. Ese año se mostró muy fructífero, tanto que adquirió un departamento en Punta del Este, por G. 1.400.000.000.
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Sarubbi fue imputado en el 2009 por lesión de confianza tras una denuncia en su contra por supuestamente haber aprovechado su influencia como director de la EBY para beneficiar con una indemnización a Tecnoedil SA, empresa que tiene como accionista y en su drectorio a su hijo Paul Sarubbi Corina. Logró una salida procesal en aquel momento reparando el daño patrimonial.