El proyecto tuvo origen en la Cámara de Diputados, quienes en la justificación alegaron que no se puede incluir a las cooperativas en el mismo nivel que los sindicatos y partidos políticos, en los que la aplicación del sistema D’Hondt es habitual.
El Senado rechazó la modificación en marzo pasado, pero la Cámara de Diputados se ratificó en su aprobación en sesión del 27 de mayo último. Para la ratificación en el rechazo, la Cámara Alta requería de 30 votos (mayoría absoluta) pero finalmente solo se dieron 15 votos, por lo que la normativa quedó sancionada y pasa a manos del Poder Ejecutivo.
La aplicación del D’Hondt es rechazada por varias cooperativas porque implica incorporar necesariamente a las listas opositoras que participaron y no ganaron dentro de sus consejos de administración.
Anteriormente, una lista ganadora asumía todos los cargos en el Consejo de Administración y esta situación, según denuncias de algunos asociados, daba lugar a que ciertos grupos se perpetúen en los cargos para manejar de manera arbitraria estas organizaciones.
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Por su parte, quienes se oponen a la aplicación del sistema D’Hondt señalan que de manera arbitraria se trata a las cooperativas como “organizaciones intermedias”, de las que habla la Constitución.