Los pobladores solicitaron al intendente Marcial Torres poder estirar el agua de la Laguna Makã para poder aliviar la difícil situación que les toca vivir en la zona, pero el pedido le fue negado por el ejecutivo distrital.
El intendente alegó que la laguna es una reserva natural. Sin embargo concejales municipales y hasta el propio intendente sacan agua del lugar para llevar a sus granjas para que sus animales vacunos puedan tomar agua, denunciaron los lugareños.
Por su parte la Lic. Dolly Domínguez, funcionaria de salud, dijo que no tienen ni un poco de apoyo de la municipalidad y que está abandonados a su suerte, tanto el intendente y los concejales no les acompañan en sus pedidos que tiene por objetivo final el agua potable para la comunidad.
Por su parte el párroco, Ismael Obregón, dijo que una vez más están cruzando una difícil situación por causa de la naturaleza, el año pasado fue la inundación debido a las lluvias, este año la sequía existente en todo el departamento, en el distrito de San Juan ya se cobró la vida de animales vacunos.
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También dijo que solicitaron mediante nota al Mades, una autorización para poder extraer de la Laguna Makã el agua, pero la respuesta a su nota les fue enviada por correo tradicional hace ya más de 15 días y hasta la fecha todavía no llega a San Juan.
Al respecto el intendente Marcial Torres manifestó que no está ajeno al pedido de los pobladores, pero desde el Mades le informaron que antes es necesaria la realización de un estudio de impacto ambiental para ver si la laguna tendrá la suficiente capacidad de aguantar la distribución del agua. A raíz de la sequía muchas lagunas se secaron incluso la Laguna Makã bajo mucho su nivel de altura.
Para poder hacer los estudios requeridos por el Mades, se necesita los servicios de un hidrólogo, pero este tipo de profesionales hay poco en el país, agregó.