El contrabandista más buscado del Brasil queda preso en la Agrupación

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La chimenea de la parrilla donde entró el contrabandista brasileño para  tratar de evitar su detención. Estuvo ocho horas en el ducto, hasta que fue descubierto por la policía.
La chimenea de la parrilla donde entró el contrabandista brasileño para tratar de evitar su detención. Estuvo ocho horas en el ducto, hasta que fue descubierto por la policía.

El supuesto traficante de cigarrillos ilegales Fabio Costa, capturado el domingo de noche en Salto del Guairá, quedó recluido desde ayer en la Agrupación Especializada de la Policía en espera de su extradición al Brasil.

El brasileño Fabio Costa, alias Pingo, de 42 años, fue arrestado por policías de la sección de lucha contra el crimen organizado, quienes lo descubrieron escondido dentro de la chimenea de su lujosa residencia del condominio privado Siete Caídas de Salto del Guairá.

Costa figuraba en la nómina de los 26 más buscados de su país, ya que se lo acusa de haberse quedado con el mando de la megaestructura que introducía toneladas de cajetillas de cigarrillos desde Paraguay en forma ilegal.

La organización fue desbaratada parcialmente en el año 2018, con la operación Nepsis, en la que cayeron varios otros cigarrilleros y hasta agentes de las Policías Civil, Militar y Rodoviaria Federal del Brasil que cobraban coimas para hacer pasar los camiones con la mercadería clandestina.

De hecho, Pingo cayó ahora en Paraguay en la operación Nepsis 2, que fue supervisada por los fiscales Marcelo Pecci y Federico Delfino, en Salto del Guairá, y Alicia Sapriza, desde Asunción. La serie de procedimientos incluyó inicialmente tres allanamientos, una en una estancia en las afueras de Salto del Guairá y en dos casas del barrio cerrado Siete Caídas.

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En ese último lugar, además de la residencia de Pingo, fue intervenida la casa de Carlos Alexandre Goveia, alias Kandú, brasileño, de 40 años, quien es otro de los objetivos de la justicia brasileña. Sin embargo, Kandú no fue localizado en su vivienda.

Los allanamientos en Siete Caídas empezaron alrededor del mediodía. Como Pingo no aparecía, fueron cateadas también las otras 20 residencias del condominio, con la presencia de un juez.

Finalmente, a las 20:00, ya cuando la comitiva estaba saliendo de la casa de Pingo, este hizo un ruido que lo delató dentro de la chimenea.

Para obligarlo a bajar de su escondite, en el que estaba a punto de sofocarse, los policías simularon que iban a lanzar gas lacrimógeno, lo que hizo que el brasileño se entregara.

Fabio Costa sufrió un atentado en el año 2018, siempre en el condominio Siete Caídas, en el que murió su hijo de 17 años.

El mandante de aquel crimen fue Kelvis Fernando Rodrigues, alias Cabelo Mexicano, quien en mayo de este año se fugó de un sanatorio de Pedro Juan Caballero vestido de médico.

Otro miembro del grupo de Pingo, Fabio Signiori, igualmente brasileño, de 35 años, alias Toro, fue capturado por el mismo equipo fiscal-policial el 18 de setiembre último también en Salto del Guairá y después entregado al Brasil bajo la figura de expulsión.

En el caso de Pingo, él deberá esperar en la Agrupación Especializada que se resuelva su proceso de extradición.

En su país le espera una condena de unos 12 años.

Su localización en Paraguay fue posible mediante la cooperación de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) y la Policía Federal de este país.