Mades y Comuna permiten edificación a orillas del lago

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Desde la ruta que une Luque con San Bernardino  se pueden observar los trabajos de rellenos y otras obras.
Desde la ruta que une Luque con San Bernardino se pueden observar los trabajos de rellenos y otras obras.Archivo, ABC Color

El relleno y construcción de obras a orillas del lago Ypacaraí continúan impunemente, en la compañía Ciervo Cua de San Bernardino. El Mades otorgó licencia para los trabajos a pesar de un sumario abierto con anterioridad por supuestos delitos ecológicos. La municipalidad admitió construcción de casa.

SAN BERNARDINO, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Vecinos de la Compañía Ciervo Cua de esta localidad denuncian que se sigue rellenando y eliminando la cobertura vegetal a orillas del lago Ypacaraí, dentro de una propiedad de Buenaventura SA, representada por Alejandro Domínguez Dibb. El objetivo es la construcción de una vivienda unifamiliar en el sitio, según los datos.

La entrada y salida de camiones cargados con ripio son incesantes, aseguraron los lugareños.

Desde la ruta que une Luque con San Bernardino se puede observar la construcción de una estructura en la orilla del espejo de agua, precisamente en la franja que debería ser pública y que sirve de amortiguamiento al ecosistema del área.

Fiscalizadores del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) verificaron las obras el 23 de julio, luego de publicaciones periodísticas sobre el caso. En la ocasión, el técnico Roberto Arias manifestó que se pudo comprobar que se realizó gran movimiento de suelo con eliminación de la cobertura vegetal hasta la orilla del lago, dentro del área restringida del Parque Nacional de Recursos Manejados. Toda esa modificación se realizó en transgresión de las leyes ambientales, ya que no contaba con estudio de impacto ambiental ni permiso del Mades.

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Permiso, pese a leyes

Los funcionarios indicaron que en ese entonces observaron el desarrollo de trabajos que afectaron humedales de la zona de amortiguamiento del lago y a la misma fuente hídrica, que atraviesa por el peor momento de la historia con una bajante sin precedentes. En su momento los técnicos intervinientes dijeron que las obras en el sitio se configuran como delito ecológico.

Sin embargo, el 8 de septiembre el Mades aprobó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por Buenaventura SA, tras la intervención, y le concedió la Declaración de Impacto Ambiental pese al sumario abierto por supuesto delito ecológico constatado por fiscalizadores el 23 de julio.

La directora de Evaluación de Impacto Ambiental, Carolina Pedrozo, dijo que el hecho de que la firma tenga un proceso administrativo o judicial pendiente de resolución no es motivo para negar la expedición de una Declaración de Impacto Ambiental.

Comuna admitió obra

El intendente Luis Aguilar (PLRA) indicó que el Departamento de Obras aprobó los planos de construcción con la presentación de la Declaración de Impacto Ambiental expedida por el Mades. Sobre las denuncias de relleno del suelo y supuestos delitos ambientales que se siguen cometiendo, dijo que verificarían nuevamente el lugar y que para ello solicitarían el acompañamiento de técnicos del Mades.

Intentamos comunicarnos con Alejandro Domínguez, para conocer su versión sobre el caso, pero no respondió nuestras llamadas ni los mensajes enviados a su teléfono celular con terminación 610. Estamos abiertos a oír su versión en caso de que desee referirse a la denuncia.

Licencia para casa y cámara séptica

En la licencia otorgada a San Buenaventura SA el Mades aprueba la construcción de vivienda e incluso una cámara séptica en el predio que se encuentra en área restringida, según la zonificación del plan de manejo establecido por resolución 159/18 del Parque Nacional de Recursos Manejados. En la normativa se consigna que es zona propensa a inundaciones por el alto nivel freático de la tierra (acumulación de agua subterránea que se encuentra a una profundidad relativamente pequeña bajo el nivel del suelo). La empresa había solicitado también permiso para construcción de un muelle, el cual fue rechazado.