Devotos acatan ruegos para honrar a la Virgen de Caacupé en forma virtual

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Mons. Francisco Pistilli
Mons. Francisco Pistilli

El obispo de Encarnación, monseñor Francisco Pistilli, instó a mantener la esperanza pese a la crisis generada por la pandemia del covid-19. Fieles de la Virgen de Caacupé acataron ruegos para no concurrir a la Basílica y otros sitios de culto.

CAACUPÉ (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). En el primer día del novenario en honor a la Virgen de los Milagros de Caacupé, el obispo de la diócesis de Encarnación, monseñor Francisco Javier Pistilli, instó a no desilusionarse de “nuestra sociedad o de la misma Iglesia, ni de las malas noticias ni de las noticias falsas, ni de las actitudes pesimistas de unos y otros, ni de la agresividad con que muchos reaccionan en las redes sociales y en la vida del hogar, ni la crisis moral, ni la crisis económica, ni la crisis de valores o la crisis de gestión”. La misa fue oficiada a puertas cerradas, sin presencia de fieles dentro de la capilla principal de la Basílica. En la explanada se veía a una sola persona y en las calles adyacentes al santuario y Tupãsy Ykua había contadas personas.

Monseñor Pistilli dijo que los cristianos deben ser reconocidos por la esperanza de justicia y paz, del respeto por toda vida, de la capacidad de superar unidos los obstáculos, por decir la verdad y ser coherentes, por el servicio a la dignidad de todos. “Este año de pandemia y seguramente la pospandemia no deben ser excusas para no ser buenos cristianos; son nada más las circunstancias de hoy y de mañana en las que debemos ser mejores personas como cristianos vivos, alegres, con esperanza, capaces de llevar la cruz, fieles, perseverantes, comprometidos con la comunidad y con la construcción de un mundo mejor, del Reino de Dios”, expresó.

Finalizó la homilía diciendo: “Todo Paraguay es Caacupé. La Virgen de Caacupé nos une en todo el país. Unidos acudimos a ella, unidos celebramos el pan de la palabra y el pan eucarístico; unidos celebramos la esperanza con fe y con caridad. Como hicimos el viernes de dolores de este año, volvamos a rezar juntos, aunque sea desde la distancia”.