Los vehementes llamados a la consciencia ciudadana en Caacupé y desde luego las medidas impuestas en las cercanías de la Basílica modificaron por completo el panorama comercial. Un rubro no muy considerado es el hotelero que también existe y que solía reportar concurrencia desde países limítrofes para los que venían a cumplir su promesa junto a la Virgen de Caacupé.
Durante un breve recorrido se pudo comprobar que la mayoría de los hoteles prácticamente carecían de huéspedes. Habían reabierto sus puertas a inicios de noviembre, sin embargo, actualmente la demanda de clientes es muy baja en plena festividad mariana, a raíz de la pandemia del covid-19. Muchos clientes decidieron cancelar sus reservas lo que produjo reducción de personal y nula entrada económica para estos sectores.
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“Nosotros solemos recibir a mucha gente de la Argentina y Brasil, que suelen venir, se quedan ocho, nueve días, pero llamaron y cancelaron totalmente, dijo Vilma Vargas, del hotel Katy María. “Hoy no tenemos un solo huésped, eramos 8 y ahora estamos 4 empleados cumpliendo más horario. De esa manera le ayudamos a los propietarios y ellos a nosotros porque es difícil encontrar trabajo”, compartió la señora.
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Ramiro Leiva encargado el hotel Copadísimo percibe la situación “grave, porque con la pandemia hay miedo, la gente no quiere salir. Para la gente que se dedica al rubro hotelero en Caacupé más todavía porque las reservas se tuvieron que cancelar, la gente no está viniendo, entonces es muy duro económicamente. ¿Cómo pagás a los empleados, cómo invertís de nuevo? Es muy difícil”, concluyó.
Nancy Ávalos, encargada del hotel Las Piedras, añadió, “no sabemos qué pensar porque es muy difícil, está lo económico pero está también la salud. No podemos arriesgarnos en ambas partes, estamos ahí nomás”, advirtió confundida.