El ministro de Industria y Comercio (MIC), Luis Castiglioni, informó ayer que aún no sabe si el presidente de Petropar, Denis Lichi, seguirá en el cargo, tras el escándalo del acuerdo que firmaron con la firma argentina Texos Oil SRL, a la que casi “obsequian” US$ 7 millones, para extinguir una demanda judicial.
Dijo que el presidente de la República Mario Abdo Benítez le manifestó que solo se tomaría los días feriados para analizar el reemplazo del procurador Sergio Coscia (estudian dos perfiles sin revelar de quiénes), pero que no le mencionó nada sobre el puesto de Lichi, que sigue aferrado en el cargo y sin responder a los medios sobre su participación en la polémica. El titular de Petropar tiene la misma responsabilidad Coscia e inclusive mantuvieron constantes reuniones para tratar los pleitos judiciales de la petrolera.
En este sentido, el diputado Édgar Acosta (PLRA) señaló ayer que si el procurador Coscia renunció por el mismo caso, lo más sano para los intereses de Petropar es la renuncia del presidente Lichi, que también firmó el acuerdo. “No es recomendable de ninguna manera que siga gozando de la confianza. Es lo que nos dice el sentido común”, señaló el parlamentario.
Además manifestó que la Fiscalía debe iniciar una investigación sobre el polémico acuerdo extrajudicial, para esclarecer los hechos. “El Ministerio Público, como representante de la sociedad, debería actuar de oficio para investigar el tema. Cuando hay indicios de hechos o intentos de corrupción, se tiene que hacer un seguimiento, ya sea, en este caso de las personas que renunciaron, que puede ocultar algo más. Solo la fiscalía puede darnos luz al respecto”, resaltó.
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A su turno, la diputada Kattya González señaló que Lichi debe ser destituido por el Ejecutivo y que la Fiscalía ya debió iniciar una investigación. “El Ministerio Público, si ejecuta una política pública seria en la lucha contra la corrupción e impunidad, ya debió abrir una investigación en el caso Procuraduría y Petropar ya hace días”, expresó.
Silencio del excontralor y del misterioso abogado
Nuestro diario intentó ayer contactar con el excontralor Enrique García Ávalos (abogado de Texos Oil), tras revelarse sus vinculaciones con el abogado Abel Germán Ávalos, que se iba a quedar con casi US$ 3 millones gracias al fallido acuerdo secreto de Petropar con Texos Oil, que se pautó en el propio convenio. Sin embargo, no respondió las llamadas y mensajes.
También intentamos conversar con el misterioso abogado Ávalos, pero tampoco respondió y más tarde ya apagó su celular con terminación 181. Abel Germán es un modesto abogado venido de Yuty (Caazapá) sin trayectoria profesional descollante que validara su aparición en un acuerdo multimillonario. La aparición de su nombre en el acuerdo secreto firmado llamaba poderosamente la atención, no solo porque no aparecía por ninguna parte, sino porque incluía taxativamente una cláusula en la cual pusieron su nombre como el que iba a cobrar el 42% de los casi US$ 7 millones destinados a Texos Oil.
Se cuestiona este acuerdo por el secretismo con el que se lo manejó, teniendo en cuenta que la petrolera tiene la posibilidad de ganar el juicio en curso. Además, durante el fin de semana saltaron otros tres convenios extrajudiciales en los que se comprometieron US$ 2 millones de recursos públicos.
Ávalos estuvo en Procuraduría
El misterioso abogado Abel Germán Ávalos fue también funcionario de la Procuraduría, cuando Enrique García era procurador, durante el Gobierno de Lugo, según trascendió ayer, Ávalos es cupo llanista y estuvo como empleado en la Justicia Electoral y en el departamento de Asesoría Jurídica del Fondo de Desarrollo Campesino. Luego fue a la Contraloría y fue designado síndico del Banco Nacional de Fomento (BNF) por el ex contralor José Enrique García. Según los datos, en su momento estuvo en el BNF, perteneciendo al equipo de Fernando Silva Faccetti.