El proyecto de ley denominado de “Fortalecimiento de la Institucionalidad Fiscal” fue remitido al Congreso por el Ministerio de Hacienda a inicios de diciembre último, pero recién ayer trascendió en forma extraoficial.
Además del límite de la deuda que irá al 40%, se disponen unas reglas de contención del gasto corriente, en donde las remuneraciones básicas, sueldos, dietas y gastos de representación estarán sujetos a incrementos del salario mínimo; así también los gastos corrientes primarios no podrán ser mayores a la inflación más 2%.
La deuda pública cerró el año pasado en 33,5% del PIB, lo que equivale casi a US$ 12.000 millones, nivel que ya está muy por encima del 30% que para los economistas locales y exministros de Hacienda es razonable y sostenible para un país como el nuestro.
El proyecto igualmente establece una cláusula de escape que permitirá llevar el déficit fiscal hasta 3% del PIB, la deuda podrá incrementarse temporalmente y no se considerarán aumentos salariales durante el periodo de retorno a la regla fiscal.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
La referida cláusula se podrá ejecutar en situación de emergencia nacional, crecimiento de la economía inferior en un 75% al promedio de los últimos diez años y se utilizará para periodos de fuerte desaceleración económica.
Se crea un fondo soberano de estabilización, a ser administrado por el Ministerio de Hacienda, a partir de recursos provenientes de superávit fiscales, renta neta de inversiones del fondo y otros autorizados por ley.
En cuanto al periodo de convergencia al déficit del 2,5% del PIB en el periodo 2021-2024, se establece cero crecimiento del gasto corriente primario, sin aumentos salariales, solo crecimiento vegetativo para salud y fuerzas públicas, se suspende el aumento del salario básico docente, entre otras determinaciones.
