El doctor José Fusillo, presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología y médico del Ineram, confirmó el fallecimiento de la doctora Kathya. Era su compañera de guardia en el hospital donde día tras día se lucha contra el covid. “La doctora que nos deja hoy era un ser humano excepcional, soy compañero de guardia desde hace 15 años, y estamos muy dolidos”, atestiguó.
Lloran sus pacientes, a los que salvó la vida y a los que confortó cuando estuvieron muy mal. Totalmente entregada a su profesión dio muestras de gran humanismo, porque quería salvar vidas.

Sus colegas sumidos en profunda tristeza compartieron algunas palabras, el doctor Juan Pablo Servín, ginecólogo, y excompañero de promoción -1990- dijo que la doctora Kathya era una persona muy entregada a su trabajo. “Su gran amor fue su trabajo, se mantuvo sola porque ella tenía varios lugares donde trabajaba en terapia intensiva”, manifestó.
La doctora Kathya Paulina era amiga de infancia del doctor Servín, se criaron en el Barrio Jara, según rememoró. “Más allá de ser una gran profesional, era un ser humano con sensibilidad, espíritu enorme, entregada a sus pacientes, confortaba a todos, aunque se encerrase a llorar después. Era muy especial, profundamente creyente, siempre convocaba a los colegas y enfermeras, hacía una pequeña oración al empezar su guardia”, recordó el galeno.
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Refirió, “contrajo el covid y luchó 103 días, estuvo internada en el Ineram y en el IPS. Salió por unos días cuando se recuperó y volvió a recaer por una infección. Se le tuvo que internar de nuevo, volvió a estar intubada”.
“Era de la promoción 90 igual que el director del Ineram, el doctor Felipe González, quien la cuidó y prodigó atención, un médico que se parte en mil para cumplir con todos”, subrayó.
“Es una terrible y enorme pérdida para nuestro grupo de la promoción. Nos deja sumidos en una tremenda tristeza, es una pérdida para la medicina paraguaya”, enfatizó.
Muchísima gente le debe su recuperación, marcó la vida de muchos pacientes en sanatorios y hospitales donde atendió a los enfermos.
“Dio positivo al covid en febrero y estuvo internada al cuidado de colegas y personal de blanco que hicieron lo humanamente posible y a quienes les tenemos infinita gratitud. Estuvo en el Ineram hasta que tuvo un acv, y luego fue traslada al IPS central. Despertó después de 18 días con muchas ganas de vivir. Pero el covid le dejó una neumonía incipiente, y a pesar de todos los esfuerzos de los médicos no pudo superar. Hoy a las 7:05 nos dejó”, relató su sobrina Sol Ingrid Martínez Ayub, muy dolida, desde Suiza.
La doctora Kathya era un ángel en la tierra, muchos la recordarán porque les dio esperanza en aciagos días en terapia. Le sobreviven su mamá y sus hermanos.
