Millonaria inversión en Pilar no servirá para mejorar las condiciones de vida

Pilar, capital del departamento de Ñeembucú, lleva mucho tiempo esperando la construcción de un muro defensivo en torno a la ciudad.

A pesar del tiempo transcurrido, no se borra de la memoria colectiva la inundación de 1983, oportunidad en que toda la ciudad quedó cubierta con las aguas del río Paraguay y el arroyo Ñeembucú.

Luego vinieron otras inundaciones, algunas resultado del aumento de caudal del río y otras de intensas lluvias que llegaron a sobrepasar la capacidad de expulsión de aguas por medio de motobombas.

Ahora que Pilar tendrá un muro defensivo perimetral su dependencia de las motobombas será peor que hoy, por eso se prevé instalar una red de 24 potentes motobombas con capacidad para actuar en forma simultánea.

Y viene la situación obvia: en caso de tormentas, la primera resta es la energía eléctrica; en procura de solución se tendrá una red de generadores.

La logística que se requiere es gigantesca, tanto en preparativos como en el momento de intervenir en una emergencia.

Una ciudad en un esteral

El departamento de Ñeembucu es un gigantesco esteral, un ecosistema único que no puede ser alterado por más intentos que se realice para llevar adelante proyectos urbanos.

Y Pilar está ubicada en medio de una palangana, con una cota inferior al nivel del río Paraguay. Esta condenada a inundarse o bien a convivir con el río en condiciones que siempre serán desventajosas.

Ahora se construye una costera a un costo millonario: US$ 96.5 millones, con un sobre costo de US$ 16 millones.

Tremenda inversión y no se tiene solucionado el problema de desagüe cloacal. Los pilarenses seguirán conviviendo con los desechos domiciliarios, con todo el impacto ambiental que implica, más la destrucción de las napas freáticas.

Para colmo de males, el vertedero de basuras está ubicado dentro del muro defensivo, algo inaudito desde todo punto de vista.

En este momento, los desechos líquidos del vertedero (lixiviados) se depositan en la laguna Gadea, que luego desemboca en el río Paraguay. No debe sorprendernos una protesta argentina por el nivel de contaminación que constituyen los lixiviados.

Limitaciones de uso

El esteral tiene limitaciones de uso humano. Mientras ésta realidad se siga dejando de lado, los problemas irán en aumento. Otras ciudades de Ñeembucú reclamarán muros defensivos al igual que Pilar.

El Estado no puede seguir posponiendo una regulación destinada al uso racional de los humedales. Perder este inmenso patrimonio natural es peor que el costo político de negar su empleo inadecuado.

Pilar es el ejemplo: US$ 96.5 millones pero la calidad de vida no será mucho mejor que la actual.

Cuestionan a Signature SRL

La empresa Signature SRL es responsable de extraer arena del lecho del río Paraguay y el arroyo Ñeembucu.

Ante denuncias de extracción de sitios no habilitados por el Ministerio del Ambiente, el Ministerio Público inició en febrero último una investigación.

Paul Hellmers, de Signature SRL niega que existan irregularidades en los puntos de captación de arena. “El trabajo se realiza respetando licencias ambientales y protocolo de trabajo del MOPC” sostiene Hellmers.