Continuemos usando el tapabocas, una ley que se debe respetar

¿Saliste de casa y te olvidaste del tapabocas? No puede ser, regresá y llevalo. El decreto que lo declara obligatorio sigue vigente. No es un capricho ni una ordenanza sin razón. La barrera de un barbijo te puede salvar la vida, como el uso del cinturón en el auto o el casco en una motocicleta.

Así lo dijo la Dra. Viviana de Egea, directora de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud. He aquí algunas observaciones de la profesional de salud.

Seguimos con las mismas indicaciones: es obligatorio el uso de mascarillas cuando estamos con otras personas en espacios cerrados. En los abiertos usaremos mascarillas cuando no podemos mantener distancia de 1,5 m como mínimo.

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Si va a caminar a un parque o la costanera, lleve el tapabocas en el bolsillo, en una bolsita especial para utilizarlo cuando hay aglomeración de personas. Lastimosamente, no se respeta el sentido único que debía haber en estos lugares para evitar justamente que los caminantes se crucen.

No es necesario utilizar el barbijo al aire libre cuando hacemos ejercicios, pero si tomamos un descanso o acompañamos a los niños en un parquecito con otras personas, usamos la mascarilla para protegernos y proteger a otras personas.

Las mascarillas obviamente no se usan al momento de comer y beber cuando estamos sentados en una mesa de un festejo de 15 o una boda, pero elegiremos lugares con ventilación adecuada para que disminuya el riesgo de contagios.

Empiezan a aumentar las actividades sociales, las fiestas y al estar con personas que no son de nuestra burbuja la precaución es utilizar el barbijo la mayor parte del tiempo. Si bien los números nos favorecen, el riesgo no es 0.

Niños de cinco años y más

Los niños de cinco años para arriba deben usar mascarillas. En escuelas y colegios aumentan la modalidad presencial y con más razón seguimos usando las mascarillas.

No podemos cometer el error de otros países que declararon no necesario el tapabocas y luego retrocedieron. La decisión tiene que ser pensada, analizada en el contexto global, ya que los números vuelven a ascender.

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Espacios cerrados

No hay cambios en el uso de mascarillas. Las recomendaciones continúan, tenemos que usarlas en gimnasios y en el trabajo.

La doctora recordó que cada semana vemos una mayor cantidad de la variante delta, mucho más transmisible de una persona a otra. Un infectado puede contagiar la delta a ocho o nueve personas, mientras que el virus original era transmitido de una a cuatro o cinco personas.

Las mascarillas de tela son lavables; cualquier otra cosa que no sea tela es desechable.

El tapabocas N95 no es necesario para la comunidad; si las usa, es una decisión personal. Esas mascarillas protegen al personal de salud.

Nos cambiamos el barbijo cada cuatro horas y más frecuentemente si sudamos o los mojamos.

Personas que tosen y estornudan humedecen la tela y obligan a cambiar, más aún si estamos en una sala de espera o un lugar concurrido.

El uso el tapabocas debería controlarse como el uso del caso de motociclistas o cinturón en conductores de automóviles. Es una ley que debe controlarse y no dejar a cargo de la responsabilidad personal, que mucha gente no cumple.

Seguiremos utilizando el tapabocas hasta que el Ministerio de Salud lo considere necesario, porque el virus sigue entre nosotros.