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La fiscala de Concepción, Teresilde Fernández, dijo ayer a ABC que el pastor evangélico Ramón Diana Martínez declaró que ni él ni el peón Antonio Espínola dispararon contra los militares del CODI, tal como lo aseguraron estos últimos en el momento de justificar el ataque con fusiles perpetrado contra los dos civiles que estaban de cacería.
El supuesto caso de “gatillo fácil” atribuido a los militares ocurrió el viernes de noche en el predio de la estancia Tagatiyá, a 700 metros del cauce del arroyo Tagatiyá y a 11 kilómetros en línea recta del centro urbano de San Alfredo, departamento de Concepción.
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Los militares ahora sospechosos de homicidio incursionaron en la zona luego de que el viernes de mañana se reportara un avistamiento del miembros del grupo terrorista Agrupación Campesina Armada - Ejército del Pueblo (ACA-EP).
Sin embargo, los militares habrían confundido a los cazadores con terroristas y abrieron fuego contra ellos sin asegurarse de que fueran los objetivos buscados.
En el tiroteo, murió Antonio Espínola, quien era peón en una granja de la zona, pero que para subsistir acostumbraba a ir de cacería y luego vender en San Alfredo los animales que traía.
Toda la ciudad de San Alfredo exigió justicia para el fallecido, quien era muy querido en la comunidad.
La fiscala Teresilde Fernández reveló que tendrá la causa solo hasta hoy, cuando concluye su interinato en la unidad de su colega María Ester Giménez Villalba, quien a su vez tendría que hacerse caso del expediente desde mañana, pero aparentemente esta última sigue enferma y no regresaría aún al trabajo.
De momento, ningún militar del CODI fue imputado por la muerte del cazador, ocurrida en una zona donde ya atacó la ACA-EP.