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El director médico del Hospital San Pablo puntualizó que si bien no es frecuente que un recién nacido tenga la enfermedad de chikunguña por haberse contagiado en su vida intrauterina, puede ocurrir.
El facultativo explicó que el contagio en algunos casos se da cuando el feto pasa por el canal de parto, al momento del alumbramiento. La tasa de transmisión durante la expulsión del feto es de 49 %.
En el Hospital San Pablo se tuvieron ya tres bebés que nacieron y se internaron por cuadros febriles, uno de ellos por cuadro convulsivo.
El médico recomendó tener en cuenta los signos de alarma que alerten de chikunguña, para acudir rápidamente al hospital.
Estos signos son si el paciente vomita, si están hinchados por retención de líquidos, o presentan sangrado de encías.
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“El dolor los obliga a venir a urgencias”
El médico opinó que no considera que los pacientes estén acudiendo tarde a los servicios de urgencia, porque “lo que les obliga a venir rápidamente son los dolores; hay pacientes que llegan incapacitados por los dolores articulares”.
La característica de la chikunguña es atacar las articulaciones, recordó el profesional, quien recordó las fases de la enfermedad.
Primero viene la etapa aguda, que puede durar dos o tres semanas, luego la fase coaguda que dura hasta tres meses, y finalmente la etapa crónica, que se prolonga casi dos años.
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El tratamiento es sintomático, y los médicos recetan en caso de fiebre, hasta 4 gramos de paracetamol por día. Pero el médico destacó que no se puede abusar mucho de los medicamentos y menos aún automedicarse.
En el Hospital San Pablo actualmente no hay ningún internado por chikunguña.