Damnificados siguen abandonados a su suerte en refugio de Nenecho durante las lluvias

El refugio del intendente de Asunción Óscar “Nenecho” Rodríguez, conocido como “casitas de colores”, es un desastre con cada lluvia. Los damnificados ubicados en el lugar tienen que lidiar con el agua que ingresa por los precarios techos y las bases de las paredes terciadas.

Según denunciaron las familias instaladas allí, los niños y ancianos son los que más sufren porque deben dormir en camas mojadas y frías. La aparición de enfermedades respiratorias complica aún más la calidad de vida de esta comunidad.

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Liz Arce, quien vive con sus padres y sus dos hijas en el lugar, afirmó que las autoridades de municipales desde un principio les mintieron.

“Primero dijeron que nos iban a construir las casas acá, después nosotros tuvimos que arreglarnos con eso. Después nos dijeron que nos quedaríamos acá hasta la construcción de casas de material, pero no dicen dónde ni cuándo estarán”, refirió.

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La joven madre manifestó que salió de la zona conocida como Resistencia del barrio Ricardo Brugada tras la crecida del Río Paraguay. Comentó que ante las precipitaciones recibieron de la Municipalidad de Asunción hule negro para evitar el ingreso de agua por el techo, sin embargo, dicho material no sirve de mucho.

Hacen canalizaciones en habitaciones para evitar charcos

Otro habitante del refugio dijo que hacen canalizaciones en el interior de sus habitaciones para que salga el agua al exterior y no se formen charcos.

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Sobre el hule negro entregado por la comuna, comentaron que también lo utilizaron como pared de improvisados baños para la higiene personal. En el sitió se pudo observar varios cubículos pegados a los sanitarios portátiles.

Damnificados hicieron colecta de abrigos en Día de la Madre

Teniendo en cuenta que las familias instaladas en el refugio son de condición humilde, el pasado 15 de mayo, realizaron una colecta de abrigos para entregárselas a los niños y niñas que viven en el sitio, atendiendo al descenso de la temperatura.

“Muchos niños no tienen ropas abrigadas”, añadió Liz Arce.