En la ciudad de Pilar, la tradición y la fe se entrelazan con la historia en la emblemática Casona Villamayor, donde esta Semana Santa se exhibe una imagen del “Señor de las Palmas”, una representación de Jesús montado sobre un burro en su ingreso triunfal a Jerusalén, acompañado por una multitud que lo recibe con palmas.
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La imagen fue donada por la familia de Reyna Fernández a la Comisión Rescate por Nuestras Antigüedades y se expone por segunda vez en el museo que funciona en la antigua casona.
Así lo informó Rufino Palmerola, director del lugar, quien destacó el valor simbólico y cultural de la figura, especialmente en estas fechas religiosas.
“La gente viene todos los días a observar. Este año la atracción es el Señor de las Palmas, pero también les impacta reencontrarse con muebles y objetos que les recuerdan a sus abuelos, al campo, a la vida de antes”, expresó Palmerola.
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La casona Villamayor data del año 1841 y fue restaurada entre los años 2008 y 2010 por la Secretaría Nacional de Cultura, bajo la dirección de la arquitecta Natalia Antola, con la colaboración de las arquitectas Graciela Paredes y Karina Alvera, todas oriundas de Pilar. El edificio es considerado una joya patrimonial de incalculable valor.
El museo alberga una rica colección de objetos antiguos: roperos, placares, armarios con vitrinas, esquineros, baúles, vitrolas, radios a lámpara, heladeras de madera y urnas funerarias pertenecientes a pueblos indígenas guaycurúes que habitaron la zona de Cerrito.
También se encuentran muebles coloniales y artículos cotidianos del pasado que conectan a los visitantes con su historia familiar y regional.
La casona estará abierta al público hasta el Domingo de Pascua, permitiendo a locales y turistas una experiencia única: ingresar a un espacio donde el tiempo parece haberse detenido y donde cada rincón cuenta una historia.
“Ingresar a la casona Villamayor es transportarnos al pasado”, concluyó Palmerola.
