¿Ajuste de cuentas o robo?

Si bien aún no se ha confirmado el fallecimiento del abogado Lucilo Nicolás Cardozo (52) a falta de cuerpo que identificar, sí ya se tiene el lugar donde lo habrían enterrado y la confesión de un detenido que alega haber cometido el crimen por encargo, una versión que no cierra a la esposa de Cardozo.

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Los agentes de Crimínalística y bomberos voluntarios buscaron el cuerpo en una propiedad ubicada en la compañía Potrero, Yaguarón. Luego de varias horas, y tras cavar una fosa de 1,50 metros hallaron en el fondo restos óseos. Además, había un fuerte olor a carne quemada, restos de frazadas y cubiertas que, evidentemente, fueron utilizados para quemar el cuerpo. 

El presunto autor del crimen, Agustín Ramón Martínez Martínez, también conocido como “Soldado Israelí”, que ya cuenta con antecedentes de sospecha de un triple asesinato en 2009 por el que nunca fue condenado, habría confesado a la Fiscalía que asesinó a Cardozo por encargo del supuesto narcotraficante Silvio Godoy, para quien la víctima “lavaba dinero”. Alegó que le prometieron un pago de US$ 10.000, pero que no recibió el pago pese a concretar el encargo.

Está versión no convence a Lourdes Griselda Aveiro, esposa del fallecido, que veía a su marido tranquilo, sin preocupaciones, y sospecha que el trasfondo habría sido el robarle del vehículo.

“Viéndole a él, estaba muy tranquilo. Le conozco a él: cuando no le sale bien el trabajo, estaba desesperado, nervioso; pero ahora tranquilamente estaba. No estaba desesperado ni nervioso”, indicó la mujer.

Algo que no sabía el “soldado israelí” es que el vehículo contaba con sistema de posicionamiento global (GPS), y Aveiro desde ayer, ante la preocupación, fue siguiendo los rastros de la camioneta.

Recordó que cerca de las 16:00 de ayer fue la última conversación que tuvo con su marido. Luego ya no le respondió, pero si lo hizo Martínez, quien afirmó que su marido estaba sin señal en el celular; que él había quedado en Coronel Oviedo y que su marido continuó el viaje hasta Encarnación.

Sin embargo, la camioneta “quedo acá (en Yaguarón), en el lugar donde ocurrió el hecho. Seguramente, luego de matarle y enterrarle, se fueron a Caazapá, y de ahí, tres horas quedaron entre Paraguarí y Villarrica hasta oscurecer, y a las 9:50 traté de llamar otra vez, y encontré que el vehículo estaba en Asunción”, detalló la mujer.

Es decir, según los registros de movimiento del vehículo, nunca estuvieron en Coronel Oviedo. El hecho de que el sospechoso del crimen haya llevado el vehículo a su casa hace suponer a la mujer que ese habría sido el motivo del asesinato.

“Seguramente (fue por la camioneta), porque llevó todo: la cédula del vehículo, la habilitación; se desmanteló todo lo que estaba adentro, estaba vacío”, dijo la mujer en conversación con ABC Cardinal desde la compañía Potrero, donde habrían enterrado y quemado el cuerpo de su marido.

Comentó que el hombre acusado del crimen era cliente de la empresa  familiar y que, así, contrató a su marido para atender un supuesto caso de abigeato. En una ocasión, Martínez le habría mostrado su documento de identidad a Aveiro, y ella llegó a ver que también figuraba otro nombre utilizado por el “soldado israelí”: Patrick.