Sufre shock niña que aguarda un corazón

La niña de 7 años internada en el Hospital Niños de Acosta Ñu necesita con extrema urgencia un corazón para seguir viviendo. Desde esta mañana se encuentra con respirador artificial debido a que sufrió un choque cardiógeno, parecido a un shock. “Entró en un camino sin retorno”, dijo Nancy Garay, jefa de Cardiología.

El clamor generalizado es que los familiares de pacientes con muerte cerebral donen el órgano. “Les pido por favor un corazón para mi hija, ella quiere seguir viviendo. Que honren a su gente donando el corazón”, suplicó la madre de la pequeña Luz Martínez.

Ya ayer la pequeña tenía la mirada perdida, sin ánimos ni siquiera de hablar y con llanto fácil. Está desde finales de enero en la unidad de Terapia Intensiva del citado hospital pediátrico, a causa de una miocardiopatía dilatada severa en fase terminal post miocarditis viral. Su corazoncito estaba funcionando, en los últimos días, al 10% de su capacidad.

Hace unos días, la doctora Garay había advertido que conseguir un donante es “prioridad” para Liz, quien proviene del asentamiento 11 de Mayo de San Juan Nepomuceno (Dpto. de Caazapá). Hoy se escuchó a la doctora muy desalentada con el nuevo cuadro de Liz.

“Ella está gravísima, en estos momentos ella está entubada, conectada al respirador. No creo que aguante más de una semana con el deterioro del corazón que tiene, y es muy difícil que se recupere, va a un camino sin retorno, pero estamos haciendo todo para tratar de revertir, depende de su corazón aguantar hasta que consigamos un donante que puede salvarle la vida”, resaltó muy acongojada la médica.

Manifestó que la paciente está en óptimas condiciones para entrar de manera inmediata a una cirugía de trasplante, porque no tiene ningún tipo de infección y sus demás órganos, tales como hígado, riñón y hasta el cerebro, funcionan en perfectas condiciones.

Ayer nomás la niña de 7 años quería escapar corriendo de la sala, no aguantaba más estar encerrada, tenía tantas ganas de salir a jugar como los demás pequeños de su edad. Quería salir a compartir con su hermanito Rodrigo de 1 año y siete meses, por eso se la notaba distante mientras su enfermedad se fue agravando y hoy sus posibilidades de salir de la sala de terapia Intensiva son nulas.

Liz podrá salir solo con un corazón nuevo para poder ver a su hermanito,  jugar con él, ver el cielo, compartir con sus amiguitos, en especial con Raquel, una de sus mejores amigas. En su casa dejó a su mascota Michi, un gatito banco y negro, mezcla de los colores de su club Olimpia; también está la vaquilla, que lo único que quiere es mamar.