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La amenaza fue lanzada en el mitín político realizado en el local de la ex Cerámica Paraguarí, ubicada en el Km. 63, de la Ruta I, entrada a esta capital departamental.
Unas 1.500 personas participaron del encuentro, que según el propio Oviedo, se realizó sin ninguna promoción publicitaria ni invitación a la prensa.
No obstante, líderes sectoriales y subsectriales (operadores políticos del oviedismo) se aseguraron que todos sus seguidores inscriptos estén en la reunión.
Todos ellos estaban con carpetas en las manos pasando “lista” de su gente y sacando fotos a los “inscriptos” con su cédula de identidad a la altura del pecho, similares a las tomadas a delincuentes.
El acto marcado para las 13:00, comenzó una hora más tarde cuando algunos de los “invitados” ya estaban en el sitio desde las 11:00.
Un Lino Oviedo, que hizo alarde de su gran fortuna, subió al escenario a las 13:50. Habló primeramente de su lucha a favor de los pobres y luego arremetió contra los que el llama “manguruyuses”, “chupapueblos” y “candidatos chuchis”.
Explicó que ahora inicia otra etapa de su vida repartiendo la mitad de su herencia a sus seis hijos y la otra mitad para la “patrona” (su esposa).
Seguidamente dijo que “a partir de ahora” todos sus seguidores tendrán sueldo, que va desde G. 300.000 a G. 900.000 adelantandose a los que quieren comprar votos en las elecciones del 21 de abril próximo y, para que ese día “nadie se venda por G. 100 mil'i”, precisó.
Al finalizar su alocusión expresó que el día de las elecciones, todos sus seguidores “formarán fila” en las bases para recibir su plata (último sueldo si pierde la elección), a comer algo y luego ir a votar. Reveló que él tiene la “fórmula” para conocer como votan sus electores y que si alguien le tracciona tiene la forma de saber.
Expresó seguidamente que aplicará el “guasu api” (disparar y matar furtivamente) contra las personas que le traccionan.