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Son la generación que tienen entre 18 y 27 años. Conocidos como los nativos digitales, crecieron con internet, redes sociales, dispositivos inteligentes y enfrentaron la pandemia. Han ingresado al mundo laboral y comenzaron a transformar la cultura de las empresas con una nueva visión del trabajo y el bienestar.
Deloitte, en su informe ‘Global 2024 Gen Z & Millennial Survey, entrevistó a más de 22.800 jóvenes en 44 países para averiguar sobre las preocupaciones laborales. Uno de los hallazgos es que el 30% se sienten financieramente inseguros y viven al día.
La mayor parte de los encuestados (86%) dice que tener un sentido de propósito es fundamental, considera el compromiso comunitario y el impacto social de una organización como un elemento clave.
El 62% valora la sostenibilidad y busca que las empresas tengan propuestas para mitigar el cambio climático y decisiones más sostenibles. Dos de cada 10 han cambiado de trabajo por no encontrar valores ambientales.
Con problemas, pero con futuro próspero
Según el estudio del Instituto del Banco of America, de marzo de 2025, la generación Z será la más grande y más rica en los 10 próximos años. Representará un 30% de la población y sus ingresos crecerán, acumulando globalmente US$ 36 billones de dólares para el 2030 y US$ 74 billones para el 2040. En el 2023 fue US$ 9 billones.
Es una generación que en el transcurso de la próxima década, además de tener una alta influencia en la economía, también tendrá un impacto en la forma de comercializar por su tendencia al uso de herramientas digitales y comercio electrónico.
Por ahora, muchos jóvenes Z están luchando contra un mercado laboral complejo, en el que los primeros empleos son reemplazados por herramientas digitales. En el reciente artículo del Financial Times “¿Un mundo laboral sin juniors?”, se reflexiona sobre la paradoja de la generación: empresas que reemplazan becarios con IA, pero exigen experiencia.
Los jóvenes chocan con estereotipos, mientras las universidades rediseñan mallas académicas para salvar la brecha. La solución no es frenar la tecnología, sino dominarla, lo advirtió McLuhan en 1967, “el futuro no es algo que ocurre, sino algo que se diseña”.
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Digitales y tiktokers
Hay muchas diferencias en todos los miembros de la generación pero tienen varios puntos en común. Son nativos digitales, en internet buscan cualquier tipo de información. Navegan entre sitios web, aplicaciones y redes sociales, consumen mucha información en línea; sin embargo, cuidan su identidad.
TikTok domina las tendencias, los sentimientos y la cultura de la generación Z, que representa el 60 % de los más de mil millones de usuarios de la aplicación.
En América Latina, y particularmente en países como Paraguay, donde la juventud representa más del 50% de la población, la presencia de esta generación se hace sentir en todos los sectores: desde la banca y el retail hasta la tecnología, la educación y los medios de comunicación.
Su forma de trabajar y de ver el mundo no solo desafía los esquemas tradicionales empresariales, sino que plantea nuevas preguntas sobre el futuro del empleo.

Alejandro Bestard: Los Z están en la búsqueda de propósito y conexión
ABC Negocios dialogó con Alejandro Bestard, CEO de Grupo Bex y fundador de Well, quien definió a la generación Z como una generación digital, rápida y en una constante búsqueda de propósito en todo lo que hacen.
“Quieren flexibilidad, equilibrio entre lo laboral y lo personal, y no se quedan por simple ‘lealtad’ en ningún lugar, sino por conexión con lo que hacen, y por su propio desarrollo personal/profesional”.
Entorno laboral
Alejandro Bestard define las demandas laborales de esta generación en 5 ejes prioritarios: flexibilidad y modalidad híbrida de trabajo, un ambiente de trabajo sano y auténtico, líderes humanos y presentes, oportunidades de formación y crecimiento, y propósito claro, sentir que lo que hacen tiene impacto de algún tipo.
Para el CEO de Bex, esta generación prefiere flexibilidad antes que estabilidad. “Pero flexibilidad sin un propósito claro, o sin oportunidades de formación, sin sentir que lo que hacen tiene un impacto en el mundo, tampoco les entusiasma demasiado y es muy probable que terminen renunciando. El equilibrio entre la vida personal y el trabajo también es prioridad para ellos. Eligen trabajos que respeten su tiempo, salud mental y su vida personal”.
Retos, desafíos y recomendaciones
Integrar a la generación Z en el mundo laboral no es solo una cuestión generacional, es un cambio estructural que implica adaptar culturas, liderazgos, beneficios, comunicación y formas de motivación.
Para el CEO de Bex, uno de los principales desafíos de las empresas es que generalmente sus propias culturas todavía son muy rígidas o tradicionales. “Muchas organizaciones no están dispuestas a ‘ceder’ o ‘flexibilizar’ su forma de hacer las cosas. Y esto no es atractivo para los Z”.
-¿Cómo pueden las organizaciones ajustar sus culturas corporativas para ser más atractivas para esta generación?
Con acciones muy simples como: dar feedback más seguido a sus colaboradores, escuchar sus ideas y ver la forma de implementarlas, crear espacios donde puedan compartir entre todos, y animarse a cambiar, probar nuevas cosas, equivocarse.
-¿Cómo manejan el feedback y la comunicación cuando han crecido en la era digital?
Aunque sean nativos digitales, esperan feedback todo el tiempo sobre su trabajo, mientras más, mejor, y valoran mucho la comunicación más horizontal e informal.
-¿Cómo transformarán el mercado laboral en los próximos años y qué habilidades distintivas aporta esta generación?
Sin duda van a impulsar modelos de trabajo más flexibles, más tecnológicos y más centrados en el bienestar. Esto va a tener que convertirse en una prioridad para las empresas. A cambio, ellos nos van a aportar muchísimo pensamiento crítico, analítico, creativo, y las habilidades digitales que vamos a necesitar todos en el futuro.
Valores, propósito y tendencias
Según Bestard, fundador de Well, para esta generación el propósito en el ámbito laboral tiene una alta importancia. “Ellos no trabajan para cualquier empresa. Buscan que se vivan esos valores y no solamente estén escritos en el ploteado de las paredes. La inclusión y la diversidad son normales para ellos, y el propósito en lo que hacen es un factor decisivo para elegir dónde trabajar”.
-¿Cómo manejan el tema económico en su vida personal y laboral?
Son más conscientes del dinero que generaciones anteriores. Buscan estabilidad financiera, pero no a costa de su libertad. Quieren viajar, aprender y emprender.
-Paraguay es un país mayoritariamente joven, ¿cómo están preparadas las empresas para este segmento?
La mayoría aún tiene culturas tradicionales, o muy jerárquicas, que chocan con las expectativas de esta generación. Todavía deben trabajar en un propósito como empresa y actualizarse en sus modelos de gestión.
-¿Qué roles, puestos o funciones cumplen mayoritariamente los jóvenes en las empresas paraguayas?
Principalmente diría que puestos como analistas, asistentes, ejecutivos. Aunque algunos ya están emprendiendo o liderando pequeños equipos en startups o negocios propios.
-¿Cómo ha sido el proceso de educación, formación y capacitación?
Muchos llegan con información teórica, pero poca práctica. Aprenden más por experiencia, mentorías o internet que por educación formal.
-¿Cuáles son las tendencias laborales del futuro?
En el ámbito tecnológico evidentemente las tendencias son todo lo que tenga que ver con inteligencia artificial, automatización, uso inteligente de datos. Y desde la perspectiva de cultura o habilidades empresariales, todo lo que abarque habilidades blandas, economía del conocimiento, liderazgos más humanos y colaborativos.
-¿Cómo la generación Z paraguaya se está preparando?
La generación Z está parcialmente preparada. Tiene una gran ventaja en lo digital, y en seguir las tendencias tecnológicas, sociales y ambientales como nadie. Como complemento podrían formarse mucho más en habilidades humanas o blandas como liderazgo, comunicación, gestión de las emociones. Y, por supuesto, también necesitan de empresas y ecosistemas que confíen en ellos y los acompañen en su camino de crecimiento.