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Dan ganas de llorar cuando el varón y la mujer de a pie suplican a las autoridades sanitarias por medicamentos. Nos encerraron en nuestras casas para endeudarnos hasta la maceta y resulta que faltan remedios.
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Evidentemente que a las autoridades nacionales y a los políticos no les falta nada; de lo contrario, ya hubiesen pedido el cambio de algún director de hospital. Solo cuando hay elecciones existimos para los candidatos y los partidos políticos.
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Miles de precandidatos se están anotando en la ANR para los cargos de intendentes y concejales. Algunos rostros, nombres y sus “padrinos” dan miedo. La ciudadanía debe aplicar el castigo en las urnas.
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Antes de que pasen por la tesorería para ponerse al día, tienen que someterse al polígrafo.
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Evidentemente que Malandra no va a renunciar porque se siente muy bien haciendo el papel de fiscala amiga del poder y enemiga de la sociedad.
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Toda la sociedad ya no le quiere ver ni en caja de fósforos a esta señora, pero cuenta con la protección cómplice de abdistas y cartistas. También de liberales que se arrodillan con placer ante el “Patrão”.
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La Justicia y la Fiscalía intentan gua’u lavarse las manos de la prisión de Efraín, pero son cómplices el uno con el otro. Evidentemente vino una “orden superior” para meterle preso a Alegre a cualquier precio.
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Ni la imputación pudo hacer bien el fiscal Édgar Sánchez. Tal vez sepa mucho del compás y la escuadra, pero no tiene los ojos vendados.
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Con una carpeta e impecablemente vestido, lejos del aspecto de pobre que luce cuando dirige a sus campesinos piqueteros, se lo vio ayer a Jorge Galeano, frente al BNF. Parte del subsidio seguro va para financiar su facha.
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¡Qué lejos está la jerarquía actual de la Iglesia de los monseñores Rolón, Maricevich, Medina y Villalba! Ya no les interesa la manipulación de la justicia para perseguir a políticos ni la impunidad del contrabando como el blanqueado en Ciudad del Este.
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Hablando de Ciudad del Este, en estos días el obispo del lugar, Steckling, se indignó a través de un comunicado por el veto de Marito a la expropiación de una parcela en Marina Cue, pero ni le inmuta la grosera liberación del millonario cargamento de cigarrillos de Achecé, que a propósito pisa fuerte en el Vaticano, porque cuando se le antoja visita a su inquilino.