Credibilidad de la Policía

El comisario general Luis Arias recibió el acuerdo del Senado para llegar al máximo grado en la Policía Nacional.

Cargando...

Esto implica que Arias, de comisario general director, pasará a ser comisario general comandante.

En la exposición de motivos, particularmente, llamó la atención lo señalado por la senadora oficialista Lilian Samaniego, quien tras sumar su apoyo, indicó que “en caso de ser confirmado, el comisario va a tener el gran desafío de recuperar la credibilidad ciudadana que se ha perdido, si realiza actividades concretas con idoneidad y compromiso, ubicando en cargos de relevancia a los mejores hombres y mujeres que no tengan antecedentes”.

Dos cuestiones que se deben analizar a partir de las palabras de la senadora. ¿ A qué se refiere con que la institución policial ha perdido credibilidad? ¿El presidente Mario Abdo Benítez toleraba una cúpula policial que colocaba a hombre y mujeres con antecedentes?

Analicemos lo primero. Desde la caída de la dictadura, la Policía lucha para lograr la credibilidad. Nunca la tuvo del todo. El daño que le hizo el stronismo al colocarlo como un órgano represor, hasta ahora se siente.

La Policía tuvo y tiene buenos y malos momentos en esta ya larga transición a la democracia. Hay gente que cree en la Policía y hasta acude a ella para solucionar sus conflictos, hay quienes directamente no confían en esta institución.

Lo segundo manifestado por la legisladora es una denuncia de que la Policía estaba gobernada por personas con antecedentes oscuros. ¿Qué esperó para denunciar? Es senadora de la Nación y tenía la obligación de hacerlo si es que tenía las evidencias. No hubiera tenido problema alguno en acercarlas al Mandatario ya que es de su mismo signo político.

En realidad lo que se deduce de las palabras de la senadora es que la intromisión externa sigue a la orden del día en la Policía.

Era un secreto a voces que el anterior comandante Francisco Resquín no escuchaba a los políticos y que por ese motivo pedían su cambio el entonces ministro del Interior Euclides Acevedo, el presidente de la Cámara de Senadores Óscar Salomón, el senador Juan Darío Monges y la misma Samaniego.

Finalmente Resquín, tras el ataque a Colorado Róga, optó por irse.

Paradójicamente, Lilian Samaniego habla de una policía que recupera su credibilidad en el momento en que los asaltos arrecian en el país, incluido el que costó la vida a un joven dirigente deportivo de Rubio Ñu, que acababa de zafar del covid.

Luis Arias es un policía de mucha experiencia, es abogado y es de familia policial.

Nos preguntamos cuán independiente podrá ser en sus funciones. ¿Logrará soportar los pedidos de los políticos?

Es ahí donde hablamos de credibilidad de una Policía que debe estar al servicio de todos. Hay excelentes agentes pero si no se los deja trabajar, no sirve de nada.

En realidad si la Policía no tiene credibilidad es por culpa de una clase política que se cree dueña de la institución y pervierte los fines de la seguridad.

Es la misma clase que alienta a los agentes a desviarse de sus nobles fines para escalar, a cambio del servicio que se presta al caudillo.

Abrigamos la esperanza de que Arias logre llevar adelante a la Policía y zafe esta tormenta que representa la inseguridad que, a la par de la pandemia, azota a la ciudadanía.

Pero no podemos dejar de expresar nuestras dudas sobre hasta qué punto esta cúpula policial podrá servir a la ciudadanía bajo un indisimulado condicionamiento político, del cual son responsables los mismos de siempre.

ocaceres@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando ...