De la estafa del siglo al desafío de futuro: la deuda de Itaipú

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Este martes 28 de febrero de 2023, se termina de pagar la deuda de Itaipú, tras casi 50 años. Una deuda corrupta y sobrefacturada que, pese a contar incluso con un informe de la Contraloría General de la República demostrando su ilegalidad, ha sido pagada por el gobierno paraguayo de forma puntual, con montos anuales que hubieran servido para impulsar el desarrollo del país, pero que fueron a grandes bancos extranjeros y los bolsillos de unos pocos.

Más de 60.000 millones de dólares habrán sido pagados por cada familia paraguaya y brasileña a esta deuda. De un fondo para la construcción de una represa de Itaipú, la deuda termina costando lo que hubieran costado tres represas de Itaipú. “La estafa del siglo”, llamaron algunos a esta obra maestra de la corrupción.

Todo ello, en un país con serias necesidades básicas, que no tiene fondos para regalar. Solamente mirando los techos de las escuelas que aún se derrumban, vemos las necesidades que nos llaman. Ante el inicio de las clases a nivel país, el Ministro de Educación planteaba que se aumente el 1% del IVA para ingresar 500 millones de dólares anuales para financiar la educación. Si el gobierno hubiera dejado de pagar la deuda corrupta de Itaipú en estos años, hubiéramos tenido 2 veces más de forma anual, solamente frenando ese robo.

Pero miremos más allá. La deuda corrupta, y aún impune, se termina de saldar. ¿Qué tenemos hacia el futuro? Recuperar lo robado, que la justicia actúe con los responsables, y, por sobre todo, desarmar el esquema de corrupción e impunidad, sanear y transparentar la entidad. Con ello, millones de dólares antes destinados a este esquema de corrupción, pasarán a inyectar el desarrollo productivo nacional.

Existe un mito instalado de que la deuda de Itaipú es pagada por “Itaipú”, como algo externo a la ciudadanía que lo financia. La deuda viene de los bolsillos de las familias trabajadoras paraguayas y brasileñas. Se paga a través de los fondos generados por Itaipú, de la venta de energía de Itaipú a Paraguay y Brasil. En Paraguay, la energía es comprada por la ANDE, y el monto de la deuda de Itaipú es parte importante de la tarifa de la ANDE. Así, mes a mes, a través de la factura de la ANDE, estamos financiando la deuda de Itaipú, y con ella, la corrupción.

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La deuda data de 1975, cuando se saca el primer préstamo de 3.566 millones de dólares con Eletrobras para la construcción de la represa. El aumento del presupuesto inicial de la obra hizo que se necesiten nuevos préstamos, con lo que la deuda fue creciendo. La sobrefacturación de la obra de Itaipú, que costó 1000% más de lo planificado -y a la fecha aún no ha sido investigada-, hizo crecer aún más la deuda.

Pero el grueso se dio en los intereses. Con las sucesivas refinanciaciones, donde se aplicaron incluso intereses sobre los intereses, se llegó al absurdo de un periodo en el cual la deuda se pagaba, pero al año siguiente era aún mayor.

Con todo esto, la deuda que termina de pagarse este martes 28 creció más de 1.700% desde su inicio, y, en su gran parte, a causa de la corrupción. El 19 de julio del 2021, la Contraloría General de la República concluyó el informe sobre la deuda de Itaipú iniciada hace más de 10 años, demostrando que la misma era ilegal y ya había sido saldada en su totalidad.

Las autoridades paraguayas, tanto del gobierno como dentro del Consejo de Administración y Dirección de Itaipú, hicieron caso omiso al informe, y siguieron aprobando año a año el pago de la deuda de Itaipú, proveniente de nuestros bolsillos ciudadanos. El mismo director paraguayo de Itaipú salió en contra del informe de Contraloría, y la Comisión Permanente del Congreso, en sesión este mes, defendió asimismo el pago de la deuda y rechazó el informe de Contraloría por ser “unilateral” solamente de Paraguay.

Es importante que los defensores de la deuda, la corrupción y el manejo irregular de Itaipú se sinceren. Es bueno para que toda la ciudadanía sepa quién es quién, y reconozca a quienes se benefician del statu quo en Itaipú y no tienen una voluntad real de cambio ni de desarrollo.

Más importante aún es que pongamos este tema en agenda. Que se devuelva lo robado es de suma importancia, millones de dólares que exceden nuestra deuda pública actual. Que los responsables de la estafa rindan cuentas ante la justicia, es asimismo de gran importancia. Pero lo central para nuestro futuro no es una reparación que se queda en el pasado, sino un cambio en el esquema de corrupción que sigue en la entidad.

Cambiar el esquema de manejo de Itaipú, trasparentar la toma de decisiones y que sea el pueblo paraguayo a través del Estado quien gobierne el 50% de la entidad que nos corresponde, es lo que realmente hará justicia a esta estafa del siglo, y, sobre esta lección aprendida, construirá un futuro transparente de soberanía y prosperidad.

* Politóloga, docente e investigadora. Integrante de la Campaña Itaipu ñane mba´e. @cvuyk. ceciliavuyk@gmail.com