Toda relación humana es una relación política. El ser humano es un zoon politikon, un animal político, como ya lo dijera Aristóteles en el siglo IV a.C.
Asimismo, toda relación internacional -bilateral, regional o multilateral-, es política, y se sustenta en intereses, concretos y materiales, que son los que definen la agenda, más allá de los discursos y las intenciones.
Qué intereses jugarán el partido, y qué intereses se defienden en una relación internacional, son definidos por aquellos que detentan el poder, tanto formal institucional, como el poder real.
Hoy, en nuestro país, ese poder real lo detenta el crimen organizado, el narcotráfico, el contrabando, los grandes tenedores de tierra y los vinculados a una serie de negocios ilícitos más.
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Si bien seguimos en el periodo de la ilusión poselectoral, donde muchos esperan -como buen país del realismo mágico- que algo cambie con nuevas caras del mismo poder, los hilos de quienes los manejan siguen intactos allí donde están.
Entonces, ¿qué intereses están en juego, y qué intereses reales defenderá el nuevo gobierno en su política internacional?
Itaipú y la moneda de cambio
La revisión del Anexo C abre una ventana de oportunidad única, que no se repetirá. Es mucho más que solo el Anexo: es la posibilidad de cambiar el manejo de la entidad y volcarlo, desde la transparencia y la soberanía, al desarrollo integral.
Para ello, necesitamos una estrategia nacional que ponga a Paraguay en el centro, y se anime, con solvencia y patriotismo, a encarar esta oportunidad desde la magnitud real que tiene.
La relación Paraguay-Brasil es mucho más que Itaipú, como decía el futuro Canciller, y las negociaciones de Itaipú involucran un paquete de varios los temas, con una moneda de cambio central.
En el antecedente más cercano, la negociación del acta bilateral en el 2019, esto se dejó ver. En uno de los mensajes de texto relevados por la Fiscalía -en el expediente que duerme en sus cajones-, el presidente Mario Abdo le decía al ex Presidente de la ANDE, Pedro Ferreira, que “Brasil es mucho más que Itaipú”, incitando a que flexibilice su posición en las negociaciones.
Lo que sucedió después es de público conocimiento. Ferreira renunció, contrario a ceder intereses del país en juego, el texto del acuerdo saltó a la luz, y con la lucha ciudadana el acta secreta se anuló.
Como una de las monedas de cambio en esa negociación estaba el acuerdo de autopartes, acorde a distintas fuentes que así lo planteaban. Brasil había empezado a cobrar 16% de arancel a las autopartes fabricadas por las maquilas en Paraguay, y exportadas casi en su totalidad a Brasil.
Esto comprometía la continuidad del negocio, lo que podría afectar de forma importante a la economía nacional y a diversos intereses particulares, y venía siendo un punto de tensión.
Días antes de que salte a la luz el acta secreta firmada, Brasil cesó el cobro del arancel, como parte del proceso de negociación. Un tiempo después de toda la crisis, se firmó el Acuerdo Automotriz con Brasil y el arancel definitivamente cesó.
Esto se dio días después de la firma de la Carta Convenio ANDE-Itaipú del 13 de diciembre de 2019, donde se consumó el cronograma de contratación de potencia, que era parte central de lo que establecía el acta bilateral anulada, en casi copy paste del acta bilateral.
El nuevo gobierno, ¿qué vendrá?
Qué otras monedas de cambio más hubo en aquella negociación del 2019 no sabemos, puede ser el Puente, pueden ser varias cosas. Pero de que las hay, las hay. Así funciona la real politik.
Nos avecinamos a una de las mayores oportunidades históricas para el salto de calidad de nuestro país, con una serie de hechos ya consumados, y un silencio en el tema Itaipú del gobierno entrante que hace demasiado ruido.
Decía el futuro Canciller Ramírez Lezcano que van a ver “cuál es el estatus” de la negociación con Brasil en el tema, y que se adentrarán en este periodo de transición en lo que la delegación paraguaya ha propuesto, “ver que ellos han planteado y qué han obtenido como resultado”, decía.
¿Acaso no era que las negociaciones no habían iniciado? ¿O ya se refiere a aquellas bajo la mesa, que sabemos se dieron, y se dan? ¿Se refiere a las monedas de cambio en juego?
Y el nuevo gobierno: ¿qué intereses está jugando? ¿A quién defenderá? ¿Qué monedas de cambio pondrá sobre la mesa? ¿Y a favor de quién se moverá? Preguntas abiertas, a seguir monitoreando, paso a paso, todo lo vendrá.
* Politóloga, docente e investigadora. Integrante de la Campaña Itaipu ñane mba´e. @cvuyk. ceciliavuyk@gmail.com