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La falta de agua denigra al ser humano en lo más bajo de su misma existencia, ya que se producen escenas más que lamentables de cuando el ser humano hace lo imposible por conseguir algo del vital líquido. Hasta se ven en la necesidad de consumir agua de lodazales, que suelen quedar en las reservas de los tajamares.
Durante la época de sequía se produce la muerte de numerosos animales de la rica fauna chaqueña, en varios casos con escenas apocalípticas por la falta de agua. Los ganaderos también sufren la mortandad de sus reses.
Cada año es la misma historia de siempre al llegar la temporada seca, que por lo general suele durar entre 5 a 6 meses. Y comienza a escasear el agua por la falta de lluvias, hasta que llega un momento en que los tajamares, de los cuales dependen varias poblaciones, quedan totalmente secas, por lo que se inicia el acarreo de agua en camiones cisterna.
Es hora de poner fin a este largo padecimiento de nuestros compatriotas que hacen presencia de soberanía en esta parte del Chaco. Las autoridades de turno deben encontrar la forma de dar una solución definitiva a la problemática de falta de agua y no solo estar dependiendo de que se produzcan las precipitaciones.
El propio presidente de la República, Santiago Peña, cuando visito la comunidad de Fuerte Olimpo, recientemente prometió solucionar de forma definitiva la carencia del vital líquido en el Chaco. La cuestión es que debe comenzar a trabajar ya en esta solución y no esperar que de nuevo se repita la historia en la próxima temporada de sequía.
Estas soluciones podrían ser:
Bombear agua desde el río Paraguay, construir varios grandes tajamares, o enormes aljibes comunitarios, no sabemos cuál podría ser mejor, pero se debe comenzar a proyectar y sobre todo trabajar en pos de esta solución definitiva, no solo estar dependiendo de que lleguen las lluvias.