Política y sociedad obediente

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Definitivamente, cuando falla la educación en un país, la sociedad se vuelve más fácil para ser manipulada por los políticos de turno. Sin juicio crítico, sin preparación y raciocinio, los individuos se hallan sin herramientas para pensar, actuar y reclamar derechos como lo harían otros más cultos. Según últimos informes, ocupamos el segundo lugar entre los países con menos educación en el mundo. Falta muy poquito para que seamos los más burros del planeta. Y solo tres de diez niños poseen lectura comprensiva. Es decir, entienden lo que leen y lo que les enseñan.

Esta situación debe alarmarnos y obligarnos a tomar medidas urgentes. El Ministerio de Educación debe capacitar a los maestros y reformar el sistema. Tiene que invertir más dinero en esta área. Las escuelas y colegios deben fomentar la lectura, el arte, las ciencias, las letras y las investigaciones. Es vital que se genere entusiasmo e interés por la cultura y hay que premiar a los mejores con libros y enciclopedias. Abrir Academias Literarias para enseñar a escribir cuentos, poesías, ensayos, teatros, novelas, guiones y composiciones breves. Existen talentos increíbles para que florezcan nuevos escritores pero nadie apoya esos emprendimientos de cultura. El mundo de los papeles va desapareciendo porque en el teléfono entra absolutamente todo.

Sin embargo, nos toca hacer algo sin esperar más tiempo. Las gobernaciones e intendencias ocupan roles relevantes en el sentido de preparar a niños y jóvenes que mañana protagonizarán papeles transcendentales en distintos ámbitos del escenario nacional. Serán maestros, médicos, arquitectos, ingenieros, periodistas, políticos, abogados, sicólogos, escritores, sociólogos y autoridades notables. Que no sean como Hernán Rivas u Orlando Arévalo que nos hacen pasar vergüenza, y dejan mensajes muy tristes a la sociedad. Personajes como los mencionados no merecen estar en esos sitios que podrían llenar personas brillantes egresadas de Universidades serias y prestigiosas.

Otro sería el destino de la patria y sus habitantes si todos fuésemos cultos e ilustrados. Por lo menos analizaríamos la situación del Paraguay con capacidad para hacer preguntas y hallar respuestas. Participaríamos activamente como ciudadanos en la elaboración de Leyes, cuestionando lo que está bien y lo que está mal. Jamás permitiríamos a las autoridades que hagan lo que quieran sin consultar nuestros puntos de vistas. Seriamos muy respetados, realmente. Pero para felicidad de ellos y desgracia nuestra, somos mediocres y estúpidos no pudiendo ver más allá de las narices con pobrísima comprensión de las cosas e inutilidad para encontrar salidas.

Esto le conviene al sistema para mantener sus estructuras obsoletas y corruptas. Les conviene una sociedad sumisa y obediente que acepta todo y no cuestiona nada. Si nos ponemos críticos y preguntones, las cosas se complicarían bastante para ellos y perderían su seguridad y calma.

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Finalmente salimos todos perjudicados porque en el plano internacional, constituimos un pueblo atrasado y primitivo, inculto e ignorante parecido a una horda de trogloditas, ni más ni menos. Sin embargo nos tenemos que comenzar a plantear seriamente la cosa si no deseamos sucumbir en este mundo globalizado y globalista que se nos viene encima para aplastarnos sin piedad ni misericordia. Es hora de leer y despertar la consciencia. Abrir los ojos y la mente, analizar con mucho cerebro y tomar decisiones inteligentes. No permitir que nos controlen con mentiras y manipulaciones. Ser siempre personas libres para pensar y actuar. Caminar por el sendero de la luz para vencer el mundo de sombras e ignorancias. Solo la verdad nos hará libres.

blila.gayoso@hotmail.com