Mienten para defender privilegios

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Los recientes casos de familiares de políticos que accedieron a cargos en las instituciones del Estado y de los sueldazos que algunos funcionarios públicos son la evidencia de cómo los políticos de turno, principalmente los colorados cartistas, mintieron a la ciudadanía, a sus votantes, a militantes y a afiliados al prometer que todos “vamos a estar mejor”, solo para finalmente defender los privilegios de una casta política corrupta.

La grosera contratación por parte de legisladores de sus hijos, parientes y allegados en instituciones del Estado, evidencia de por sí la intención que cada uno tiene de llegar a un cargo para que toda su familia viva de las arcas del Estado, obteniendo así privilegios por sobre los derechos de los ciudadanos de conseguir por sus méritos un trabajo digno.

Lo más indignante es que los mismos que dieron sus votos de confianza a los legisladores en las últimas elecciones, son personas que los votaron creyendo que apostaban a un modelo que desarrollaría las condiciones económicas y sociales para generar empleos, conseguir un trabajo honesto y mantener a sus familias.

Sin embargo, hoy se encuentran que quienes les prometieron trabajo, salud, educación y progreso, solamente los engatusaron con un discurso vacio para colocar a su parentela en el Estado, dejando totalmente desamparado a su electorado y dirigentes que acompañaron las propuestas, y a la ciudadanía en general que debe enfrentar la ausencia de políticas públicas.

Pero no solamente la repartija de cargos entre parientes es lo que indigna, ahora también se dieron a conocer cargos con sueldos millonarios en el Congreso Nacional por trabajos que en cualquier parte del mundo serían descabellados.

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Pese a promesas de austeridad en el Presupuesto General de Gastos de la Nación, desde el inicio de este Gobierno, al presentar el proyecto, los mismos que se llenaron la boca con “austeridad” introdujeron aumentos de salarios para cada uno de ellos, sus directores y jefes, tanto en el Poder Ejecutivo como en el Legislativo, quienes pese a tener mayoría en ambas cámaras, debieron retroceder en su intención ante el escrache público.

Sin embargo, no tienen toda la responsabilidad los funcionarios con los jugosos salarios, ya que quienes definen las jefaturas, cargos, direcciones y remuneraciones son los mismos políticos que fueron votados por quienes creyeron en un “vamos a estar mejor” inclusivo, y no exclusivo de una casta política privilegiada y corrupta que busca mantenerse para vivir del Estado a costas del pueblo.

pedrodare@abc.com.py